Las diferencias entre los acuerdos salariales, las homologaciones ministeriales y los pagos patronales por “cuerdas separadas”.

La práctica habitual que muchas veces se utiliza para difundir acuerdos de incrementos salariales, ya aplicada tanto en administraciones de gobiernos peronistas, con la jerarquía de ministerio o en el formato devaluado de secretaría, que se impuso durante el ‘macrismo’, y que copió el actual gobierno, permite instrumentar en muchas oportunidades, mejoras en el poder adquisitivo de los trabajadores, más allá de lo que pueda figurar en su presentación formal, para sostener en apariencia porcentajes, con piso y techo de las negociaciones paritarias.

Así prima el objetivo político de los gobiernos de turno, donde se acuerda pautar su difusión con las autoridades de la cartera laboral, que hoy bajo la órbita de la actual gestión del Ministerio de Capital Humano que encabeza la Licenciada Pettovello, adquiere características particulares.

Uno de los últimos ejemplos en este sentido, es el reciente acuerdo paritario de incremento salarial firmado, según documentación membretada con fecha 27 de diciembre de 2024, entre la Federación de Trabajadores Camioneros, que lidera Hugo Moyano y las patronales de la actividad (FAETYL, FADECAC y CATAC), que en principio significaba un incremento salarial de 8%, para el trimestre que involucra diciembre del año pasado, más enero y febrero 2025, distribuido en un primer aumento de un 3%, más un 5% distribuido en partes iguales durante el primer bimestre de 2025.

Asimismo, según se presentó por mesa de entrada del área que lidera Julio Cordero, el acuerdo también pauta una asignación extraordinaria no remunerativa de $600.000, abonable en montos iguales de $ 150 mil, durante cuatro meses consecutivos, “a partir de los haberes del mes enero”.

Sin embargo, la homologación realizada por la nuevamente devaluada secretaría de Empleo, oficializada durante la primera semana de este año, ratifica el bono de fin de año, pero estipula un monto de incremento del 5,5 %, por el mismo período trimestral.

Las conducciones gremiales, saben en este sentido, el peligro que puede significar dejar en mano de las patronales la posibilidad de pago “por cuerdas separadas” de un dinero extra, entendido también como una práctica anti sindical de empresarios de diferentes actividades. Acción que según la fortaleza de la organización sindical puede desactivarse de manera más o menos efectiva.

Falta conocer entonces, como se terminará efectivizando el acuerdo, más aún cuando incluye, en el caso puntualmente del gremio camionero, un aporte “solidario” de las cámaras hacia la obra social, como una ayuda al sostenimiento de las prestaciones en la cobertura de salud de los trabajadores.