Sindicato de Técnicos Aeronáuticos defiende Aerolíneas como línea de bandera, pero toma distancia del plan de lucha de otros gremios

La Asociación del Personal Técnico Aeronáutico que conduce Ricardo Cirielli, emitió un comunicado donde cuestiona “las medidas de fuerza gremiales implementadas para conseguir un aumento salarial justificado y necesario en Aerolíneas Argentinas”, afirmando que “no lograron obtener ni un peso más que el dispuesto por el gobierno nacional”.

Asimismo, el titular de APTA critica los efectos del accionar sindical entendiendo que “generaron un descontento generalizado entre los pasajeros y la sociedad, otorgándole al gobierno legitimidad social para reactivar la privatización de Aerolíneas Argentinas; declarar como servicio esencial la actividad aeronáutica civil y comercial; desregular el servicio de rampa, en perjuicio de Intercargo; y habilitar a pilotos, tripulaciones y aeronaves extranjeras para operar vuelos de cabotaje”.

Cirielli también puntualiza el peligro de las fuentes de empleo en Intercargo como un “gravísimo perjuicio para nuestra línea aérea de bandera”, y enfatiza “la falta de pilotos habilitados para el Airbus 330, debido a que no rindieron sus exámenes en simuladores a causa de nuevos paros”.

“Esto obligó a la empresa” –especifica- “a utilizar aviones B737MAX de un solo pasillo, diseñados para rutas regionales, en vuelos a Miami, lo que implica hacer una escala y extender la duración del viaje en dos horas”, entre otros efectos negativos señalados por el secretario general de APTA.

Paralelamente destaca la postura del gremio contraria a la privatización de la línea de bandera de nuestro país, sosteniendo que significaría “entregarla nuevamente a empresas extranjeras, interesadas solo en sus activos y mercados. La vaciarán, llevarán a la quiebra, o la absorberán y harán desaparecer”.

Y pronostica que “si Aerolíneas se privatiza o desaparece, las empresas extranjeras que la reemplacen operarán solo en destinos rentables y no necesariamente con las mismas frecuencias. Para cubrir los destinos nacionales no rentables, a los que hoy solo vuela Aerolíneas, exigirán subsidios. Ninguna empresa hace beneficencia. Así, los fondos de los contribuyentes que hoy recibe Aerolíneas se dirigirán luego a empresas extranjeras.

Finalmente, el ex subsecretario de transporte durante la primera etapa del gobierno de Néstor Kirchner, recuerda las malas experiencias que se produjeron cuando la empresa dejo de ser administrada por el Estado Nacional “como sucedió con Iberia y Marsans”, marcando otras experiencias negativas que podrían suceder como, “que (Aerolíneas Argentinas) se desguace, vendiendo su área técnica, simuladores de vuelo, servicio de rampa o Aerohandling, centro de capacitación o call center”.

El comunicado oficial del sindicato de Técnicos Aeronáuticos pone el foco en una estrategia que afecte a los pasajeros, “quienes son parte de Aerolíneas y la valoran tanto como sus empleados. No merecen ser perjudicados, ya que nos han ayudado y nos ayudarán a salvarla nuevamente”.