Mesa del Transporte resaltó el paro y la profundización del conflicto, acusando al gobierno de prácticas “represivas y autoritarias”.

En una conferencia de prensa encabezada por Pablo Moyano (Camioneros), Juan Carlos Schmid (Federación Marítima Portuaria), Omar Maturano (conductores de trenes), Pablo Biró (pilotos aéreos) y Juan Pablo Brey (Aeronavegantes); los referentes de la Mesa Nacional del Transporte, destacaron el alto acatamiento de la medida en todo el país y anunciaron “la profundización y ampliación del plan de lucha gremial a partir de la semana
próxima contra las políticas que está instrumentando el gobierno del presidente Javier Milei”.

Los dirigentes sindicales destacaron que “el paro fue más allá del transporte” y que atravesó a muchos otros sectores y actividades, “con más de ochenta gremios y organizaciones que convocaron y adhirieron”.

Asimismo, denunciaron al actual gobierno nacional de llevar adelante “extorsiones” y “de poner en marcha un aparato represivo”, al que calificaron de “anticonstitucional”, comparándolo “con prácticas similares a la de la última dictadura”, que sufrió nuestro país.

En este sentido, mencionaron persecuciones y acciones contrarias “al ejercicio de conquistas sindicales de protesta y el derecho a huelga, que forma parte de la constitución nacional”.

Paralelamente al ser consultados por el rol de CGT, destacaron posturas diferentes “entre aquellos dirigentes que prefieren el diálogo y los que estamos decididos a confrontar, sin que esto signifique la ruptura de la unidad” de la central sindical.

También puntualizaron la decisión de no acompañamiento a la medida del sindicato de colectiveros (UTA), que conduce Roberto Fernández, quien en un principio fue parte del anuncio de la medida de fuerza de hoy, pero que luego se distanció y está desarrollando una negociación paralela de manera unilateral.

Los sindicalistas también se diferenciaron de los dirigentes políticos a los que en muchos casos tildaron de “traidores a los trabajadores” y de estar inmersos en internas partidarias, mientras el plan económico del gobierno “destruye el trabajo y la producción”.