Tras el fracaso de la última audiencia, concretada el viernes pasado entre la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y la Cámara Argentina del Acero (CAA) para definir la paritaria siderúrgica, ahora el gremio encabezado por Abel Furlán queda en libertad de acción, tras el fin de la conciliación obligatoria. Aunque este jueves se llevará adelante un nuevo encuentro de negociación, los metalúrgicos ya evalúan posibles medidas de fuerza.
Las negociaciones en la llamada Rama 21, que abarca al sector siderúrgico, vienen siendo muy complicadas desde el inicio del gobierno de Javier Milei. En junio de este año recién se logró firmar un acuerdo, después de siete meses de durísimas disputas, que incluyeron varios paros e incluso un plebiscito entre los trabajadores del sector. La intransigencia de la CAA, liderada sobre todo por el Grupo Techint, vuelve a empantanar las negociaciones.
Las sucesivas audiencias de los últimos días no lograron siquiera acercar posiciones. Mientras que el gremio sostiene su demanda de una recomposición salarial de 4% para los meses de julio y agosto y de 3% para septiembre y octubre (retroactivo), las organizaciones patronales también se mantienen firmes en su oferta de un techo de 2% de aumento.
Tras la falta de acuerdo, Trabajo convocó a un nuevo encuentro de negociación para este jueves. Pero ahora, una vez expirada la conciliación obligatoria extendida que dictó la cartera de Julio Cordero (un hombre del Grupo Techint), el gremio metalúrgico vuelve a encontrarse en libertad de acción para retomar los planes de lucha, posiblemente replanteando el paro que había convocado originalmente para el pasado 27 de septiembre.
