En las últimas horas se difundieron los datos de empleo derivados del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que confirman que sólo en julio se perdieron 10.200 empleos respecto del mes previo, acumulando así una baja de 200 mil puestos de trabajo (en el sector privado y en el público) desde el inicio de la gestión de Javier Milei.
La contundente cifra da por tierra con cualquier discurso oficial de “recuperación” económica, una promesa que los datos del desplome en productividad, consumo, ventas y empleo desmienten a cada paso. A esto habría que sumar una cifra probablemente mayor de pérdida de puestos de trabajo informales, no registrados.
Sólo en julio se perdieron 10.200 empleos en comparación con junio, de los cuales 8.900 corresponden al sector privado y unos 1.400 al empleo público. El trabajo en casas particulares registró un pequeño incremento, que aligeró la caída global. En relación con noviembre de 2023, ya se acumula una pérdida de 196.400 puestos de trabajo perdidos, 146.500 fueron en el sector privado, 41.300 en el público y 8.700 en casas particulares.
Desde el oficialismo, sin embargo, afirman que, considerando que los informes del SIPA se presentan con dos meses de demora, en el último bimestre se habría registrado una recuperación del empleo, dato que es desmentido desde todos los gremios, que sostienen que la tendencia a la baja se mantiene, sobre todo porque no se registra recuperación ni en la industria, ni en la construcción, ni en el comercio.