Más allá de los pronósticos oficiales y de las expectativas optimistas que se plasmaron en el proyecto de Presupuesto 2024, durante los primeros del gobierno de Javier Milei todos los datos económicos son negativos. En las últimas horas se dieron a conocer informes que confirman una importante caída del PBI en el primer semestre, acompañada por una significativa suba del desempleo y un desplome de la confianza del consumidor.
Según el informe publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) en el primer semestre el Producto Bruto Interno (PBI) argentino se redujo un 3,4%, dando cuenta de una muy importante reducción del volumen de la economía nacional, duramente golpeada por las políticas recesivas del oficialismo. Este resultado semestral combina la caída de 5,2% del primer trimestre y la de 1,7% del segundo.
Entre los componentes de la demanda que retrocedieron, Formación bruta de capital fijo se ubica en primer lugar, con una merma de 29,4% interanual, seguida por el consumo privado (-9,8%) y el público (-6,%). Las importaciones también cayeron un 22,5% (por caída de la producción nacional y no por sustitución de importaciones), mientras que las exportaciones aumentaron un 31,4%.
En un análisis por sectores de actividad, durante el segundo trimestre se evidencian descensos fuertes en Construcción (-22,2% en términos interanuales, por el freno oficial a la obra pública), Industria manufacturera (-17,4%) y actividades de Comercio mayorista, minorista y reparaciones (-15,7%). También cayeron rubros como intermediación financiera (-9,8%), impuestos netos de subsidios (-6%), “otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales” (-4,3%), hoteles y restaurantes (-4,5%), actividades inmobiliarias (-1,2%) y administración pública (-0,8%).
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En este marco recesivo, lógicamente también resultó fuertemente afectado el empleo, que según el organismo estadístico nacional llegó a 7,6% en el segundo trimestre, incrementándose en 1,4% en comparación con el mismo período del año previo. La contracción económica generó una pérdida de 383 mil puestos de trabajo, con lo que la desocupación pasó a afectar a aproximadamente 1,7 millones de personas, de acuerdo con la Encuesta Permanente de Hogares que releva el Indec en 31 aglomerados urbanos. Como sucede con otras estadísticas, la cifra del segundo trimestre es menos grave que la del primero, donde se concentraron los impactos más graves de la devaluación, el enfriamiento económico y los despidos.
En el primer semestre, la población en condición de ocupación es de 44,8%, alrededor de 13,3 millones de personas. Desde el Indec, señalaron: “Dentro de la población ocupada el 73,8 por ciento son asalariados, de ellos el 36,4 por ciento no cuenta con descuento jubilatorio. Por otra parte, el 23 por ciento trabajan por cuenta propia”.
Otro dato económico relevante que se dio a conocer esta semana es el de la caída en el índice de confianza delos consumidores, que perdió 5,9%, ubicándose hoy en 39 puntos, más de 8 puntos por debajo de la cifra que dejó el gobierno anterior. Según el dato que se desprende del informe de Poliarquía consultores para el Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la Universidad Torcuato Di Tella: “Desde enero, éste es el segundo mes con caída; el anterior había sido en junio. Comparado con el piso de enero de 2024, el índice se ubicó 9,6% arriba, pero en la comparación interanual acusa un deterioro de 10,1%”