Ante el brutal crecimiento de la pobreza y la duplicación de la indigencia desde la asunción del Gobierno de Javier Milei, organizaciones sociales, centrales sindicales, organismos de derechos humanos y partidos de izquierda convocan a movilizar a Plaza de Mayo este miércoles 7 de agosto, en el día de San Cayetano, una fecha tradicional de protesta de las organizaciones de desocupados durante la administración de Mauricio Macri. La provincia de Buenos Aires confirmó también su participación en la protesta con columna propia.
La convocatoria original surgió de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y otras organizaciones de desocupados o cuentapropistas informales, con la adhesión inmediata de las dos CTA (de los Trabajadores y Autónoma) y de la Confederación General del Trabajo (CGT), que tras sucesivos desaires del Gobierno decidió avanzar nuevamente con el reclamo callejero (especialmente después de que se aprobara el retorno del Impuesto a las Ganancias, que afectará a más de un millón de trabajadores, se avanzara con la reglamentación de la reforma laboral y se fijara un aumento del salario mínimo en sintonía con lo reclamado por el sector empresario, por debajo del nivel de indigencia.
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Para esta movilización también se sumaron activamente los integrantes de la mesa de organismos de derechos humanos (que integran Madres de Plaza de Mayo, Familiares de desaparecidos, Hijos, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, la Liga Argentina por los Del Hombre, el Centro de Estudios Legales y Sociales y otros), que darán a conocer un documento propio denunciando el preocupante agravamiento de situaciones que violan los derechos humanos, fomentadas por discursos de odio que emanan del oficialismo.}
Según detallaron los organizadores, a diferencia de otros años, la procesión desde el santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, será más pequeña, sin cortar en su totalidad Avenida Rivadavia, para no dar lugar a la aplicación del protocolo antipiquetes de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, por lo que la gran mayoría de las organizaciones concentrará directamente en las inmediaciones de Plaza de Mayo a partir de las 11 de la mañana. La protesta, explícitamente antigubernamental, se organiza bajo la consigna de “Paz, Pan, Techo y Trabajo”.
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El titular de la UTEP, Alejandro “Peluca” Gramajo, anticipó: “Creemos que la concentración en la Plaza de Mayo va a ser grande. La celebración del 7 de agosto está tradicionalmente asociada al pedido de trabajo, recoge una tradición de lucha del movimiento obrero que viene de los últimos años de la dictadura, cuando Saúl Ubaldini hizo propia la consigna de pan, paz y trabajo; los movimientos populares la tomamos a partir de 2016 como parte de nuestras banderas de lucha y su consigna -paz, pan, tierra, techo y trabajo- nos engloba a todos los convocantes. Sin embargo, coincidimos en que el problema principal que atravesamos hoy es el alimentario. Por eso vamos a armar el comedor en la plaza y los organismos de derechos humanos van a poner puntos de recepción de donaciones de alimentos”.
Desde la CGT, su cosecretario Héctor Daer manifestó: “Nuestro compromiso es con todos los trabajadores, con los que tienen la suerte de estar en la formalidad y los que desgraciadamente están en la informalidad y todos los días se la tiene que rebuscar para llevar el pan a la mesa”. Y agregó: “Esta marcha emblemática de todos los 7 de agosto marca un hito en lo que dignifica a todo ser humano, que es el trabajo”. Pablo Moyano, otro de los triunviros de la central obrera, pronosticó “una jornada de protesta contra la recesión, los despidos, la reforma laboral y el impuesto a las ganancias”. Y concluyó: “Va a ser una protesta en paz, pero multitudinaria, que va a servir para dar continuidad a lo que se inició desde que movilizamos a Tribunales y siguió con los dos paros nacionales”.
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Como ya sucedió en la masiva marcha universitaria del pasado 23 de abril y en el paro del 9 de mayo, la provincia de Buenos Aires participará de la movilización con una columna propia “para decir básicamente que cambie el modelo económico”. El ministro de Gobierno bonaerense Carlos Bianco explicó la participación provincial remarcando el “contexto en el que las políticas de gobierno están impactando muy fuerte en la población, pero sobre todo en los segmentos de menores recursos”. “Este modelo de desindustrialización, de desempleo, de caída de los salarios y las jubilaciones ha impactado muy fuertemente sobre el conjunto de la población y nosotros creemos que rápidamente hay que cambiar el rumbo de esta economía, porque no se ve ningún brote verde, está árido, es un desierto y no se ve ninguna luz al final del túnel tampoco”, definió.