A pocos días de la votación, el presidente electo Javier Milei ratificó sus anuncios de campaña respecto de la obra pública, lo que para el sector de la construcción no sólo generó preocupación hacia el futuro sino que ya comenzó a traducirse en reducción de puestos de trabajo.
En una entrevista televisiva, el candidato libertariano remarcó: “La obra pública se termina, no tenemos plata”. Como candidato había anticipado que el país iba ir a un modelo de obras públicas “a la chilena”, lo que implica que sólo se avanzará con los proyectos que el sector privado considere “rentables”, mientras que aquellos de necesidad social pero sin garantía de ganancia (de los que hoy se ocupa el Estado) quedarán definitivamente cancelados.
Frente a este escenario, el titular de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) Gustavo Weiss remarcó que “si las obras se paran, como dice Milei, y vuelven a licitarse, se quedarían en la calle miles de empleados y muchas empresas quedarían complicadas”. El empresario afirmó, además, que “ya hay telegramas de despidos en las empresas por los dichos de Milei”. Y añadió: “Las empresas emiten facturas con 60 días de antelación normalmente y están diciendo que no van a ejecutar más si no se les paga”.
En este sentido, el dirigente consideró que si se avanza efectivamente en la eliminación total de la obra pública se producirá un “crack muy importante” en la economía nacional, ya que no sólo se paralizarían “3.500 obras que están en ejecución en todo el país con fondos nacionales”, que emplean a cerca de 300 mil personas “que pasarían a la calle”, sino que además esto afectaría fuertemente a todo el trabajo indirecto, ya que “si la obra pública desaparece, afectará también a las fábricas de insumos”.
Weiss comentó que ya tuvo una reunión informal con Gustavo Ferraro, quien sería el próximo ministro de la cartera de Infraestuctura (que unificaría a las actuales carteras de transporte, obras públicas, energía, minería y comunicaciones), pero sin recibir ningún tipo de precisiones sobre el tema. “Ferraro en KMPG, trabajó como consultor para empresas privadas y para la Camarco. Lo conocemos muchísimo en el sector. Tuvimos una conversación informal para comentarles la situación. Él no nos transmitió ningún mensaje concreto del futuro para ver si todo esto que se está diciendo públicamente va a ser así”.
El dirigente de Camarco explicó que “no son muchas las obras públicas que tengan rentabilidad para que el privado se interese”, lo que anticipa “un futuro complicado” para el sector. Al respecto, concluyó: “No tuve la oportunidad de hablar con Milei sobre este tema, pero lo que él transmite en su mensaje es que, si los municipios y las provincias no tienen dinero, van a tener que conseguir un privado que se interese en hacer la obra. Eso en el mundo no supera el 7% a 10% de la inversión total porque no hay negocio para el sector privado”.