Según el más reciente informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), durante el mes de agosto las ventas en supermercados bajaron un 4,2% y en shoppings un 2,6%. Se trata del segundo mes consecutivo de retroceso, reflejando directamente el impacto de la reciente devaluación en el consumo, que en ese mes se expresó en un aumento de precios del 3,9%.
Las ventas en centros de compra y supermercados marcaron una caída no sólo respecto de los valores del mes de julio sino también en relación con el mismo mes del año anterior, por primera vez en 11 meses.
Según el informe oficial, la facturación de los supermercados a precios corrientes creció un 26,7 %, mientras que en los centros de compras la suba interanual fue del 23,2 %. Pero al aplicar el ajuste en relación con la inflación, los resultados expresan una caída en moneda constante de 4,2 y 2,6% respectivamente.
El organismo estadístico confirmó también que la variación de las ventas en estos canales sin tener en cuenta el efecto de la inflación ni factores estacionales, en términos intermensuales, mostró en agosto un retroceso de 2,8% en los supermercados, del 3,7% en los autoservicios mayoristas y del 16% en los shopping.
Las ventas en los supermercados, a precios corrientes, sumaron 34.491 millones de pesos en el octavo mes del año (34,9% en efectivo, 25,7% mediante tarjeta de débito, otro 32,8% con tarjeta de crédito y el 6,5% restante con otros medios de pago). En supermercados mayoristas las ventas sumaron 6.579 millones de pesos (56,7% en efectivo, 16,5% con débito, 15,4% con tarjeta de crédito y el 11,4% con otros medios de pago). En los shoppings la facturación ascendió a $6.096 millones.
Pese a la caída de los últimos meses, los tres sectores se mantienen aún en terreno positivo gracias a los buenos resultados de inicios de año. Los más holgados son los shoppings que registraron una suba de 5,6% en los primeros ocho meses del año respecto del mismo período de 2017, le siguen los autoservicios mayoristas con un 1,8%, mientras que los supermercados sobreviven marginalmente con un 0,8% de crecimiento.