La Federación de Transportadores Argentinos (Fetra) anunció que en desde el lunes 11 llevará adelante una huelga nacional en reclamo a una actualización tarifaria para los fletes de granos, en momento de tensión en el sector por la falta de combustible y cuando comienza la recolección de la soja y el maíz.
Los motivos del paro, que es por tiempo indefinido y con cortes de las rutas en la principal región agrícola, son principalmente por la fuerte suba que tuvo el gasoil en los últimos meses ante la escasez de este insumo, que es clave para el campo sobre todo en plena cosecha de soja y maíz, las dos principales producciones del país.
Además, desde la federación indicaron que impacta la falta de condiciones de infraestructura e inseguridad en los distintos accesos a los puertos y la no actualización de la tarifa nacional para los fletes de granos contemplando el precio real del gasoil.
Según cifras del mercado, el transporte de soja hacia los puertos de Argentina está conformado por un 86% mediante camiones de carga, 13% en trenes y el restante 1% con barcos. La Federación está integrada principalmente por camioneros independientes dedicados al transporte de granos.
En cambio, desde la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) expresaron su preocupación días atrás pero no se sumarán por ahora a este paro. Tampoco se sumará hasta ahora la Primera Asociación Empresaria Transporte Automotor de Cargas (Pateac).
Los productores agrícolas expresaron en los últimos días su preocupación por la faltante de combustible en distintas zonas productoras, justo cuando se moviliza la cosecha estacional de soja y maíz, los dos principales cultivos del importante exportador mundial de alimentos.
Desde marzo hasta octubre de 2021, el precio del gasoil estuvo congelado pero a partir de ahí, los camioneros denunciaron que los aumentos fueron muy grandes, sobre todo en las ventas a granel, que es el canal donde trabajan tanto los camioneros como contratistas.
Los precios crecen directamente proporcional al alejamiento de la ciudad de Buenos Aires, donde venden un máximo de 100 litros y a partir de allí, conseguir Gasoil es una tarea que roza lo ilegal, los precios ya son extorsivos, llegando en algunos casos hasta cobrarse 180 pesos el litro.