Este sábado los movimientos sociales más afines al Gobierno movilizaron desde el santuario de San Cayetano, en el barrio de Flores, hasta la Plaza de Mayo, recuperando sus clásicos reclamos de “tierra, techo y trabajo”, pero sumando también exigencias novedosas como la de un salario universal y un plan de créditos no bancarios para emprendimientos productivos. La convocatoria opera también como una demostración de fuerza del sector, después de haber sido ninguneado en las listas de candidatos, buscando marcarle la cancha al sucesor de Daniel Arroyo al frente del Ministerio de Desarrollo Social, Juan Zabaleta.
La masiva movilización de “los cayetanos” (CTEP, Movimiento Evita-Barrios de Pie y CCC) en el día del santo patrono del trabajo es particularmente significativa, ya que comenzó en 2016 como una de las respuestas de los movimientos sociales ante la destrucción productiva y social del macrismo. Si bien hoy la relación con el Estado es completamente distinta, no faltan los reclamos y llamados de atención respecto de lo que consideran como una falta de reconocimiento en la representación del sector en las listas de candidatos, especialmente teniendo en cuenta que se consideran como un factor clave para la contención social durante toda la crisis pandémica.
La poca representatividad del sector en las lista queda clara al considerar que los únicos candidatos con ubicaciones expectables son el dirigente de Barrios de Pie Daniel Menéndez, que va 16 en la lista de diputados bonaerenses (se estima que entrarían por lo menos hasta el puesto 17) y Cecilia Barros, responsable del Frente de Mujeres del Movimiento Evita, que va sexta en la nómina de diputados nacionales por la Ciudad.
Según lo acordado, tomaron la palabra en el acto en Plaza de Mayo los principales referentes de las distintas organizaciones: Gildo Onorato y Esteban “Gringo” Castro (Movimiento Evita), Fredy Mariño (CCC), Norma Morales (Somos-Barrios de Pie) y Dina Sánchez (Frente Popular Darío Santillán). También se anticipó la presencia de dirigentes vinculados a la CGT y la CTA, así como posiblemente también el propio Arroyo, que abandona la cartera de Desarrollo Social desde la que construyó una excelente relación con los movimientos, para dedicarse a la campaña electoral en provincial.
«Para la UTEP la marcha de San Cayetano es la celebración del patrono del pan y el trabajo, pero sobre todas las cosas es la celebración de la unidad de los movimientos populares que empezó en 2016 con la primera marcha», remarcó Onorato. Y agregó: «En cada movilización hemos hecho propuestas concretas, algunos les dicen reclamos, pero más que reclamar estamos proponiendo una ley de salario básico para la economía popular, para que haya un piso de ingresos por encima de la línea de indigencia y el acceso al crédito no bancario». Castro, responsable de cerrar el acto, explicó que el eje principal de la marcha desde San Cayetano fue dejar en claro que «la UTEP va a ser protagonista de la discusión sobre el trabajo, la defensa del trabajo argentino y de los derechos de los trabajadores y trabajadoras de la economía popular en todo el país».
La coyuntura para el sector es compleja, porque si bien el oficialismo compensa la falta de representación de los movimientos sociales en las listas para las próximas elecciones con un importante vuelco de recursos al sector (desde el adelanto del aumento del Salario Mínimo hasta incrementos en los montos de la Tarjeta Alimentar y otros beneficios), la decisión oficial de reemplazar a Arroyo por Zabaleta abrió numerosos signos de interrogación entre los movimientos sociales, que temen una administración menos amigable del nuevo ministro, con un historial más hostil respecto del sector que el del ministro saliente.