Luego de haber sufrido un grave incendio el 9 de mayo de este año, el Grupo Bimbo decidió cerrar definitivamente su planta de San Fernando donde trabajaban 300 empleados que, según señaló la misma compañía, serán despedidos e indemnizados.
«Tras haber analizado todas las acciones posibles para revertirlo, lamentablemente nos vemos incapacitados a reconstruir la planta. Y con mucho dolor, nos vemos imposibilitados de reubicar a los 300 colaboradores que allí trabajaban», informó Bimbo a través de un comunicado.
El establecimiento, que elaboraba productos congelados, no había recibido ninguna tarea de reconstrucción desde el siniestro. Y pesar de que el Grupo de origen mexicano tiene otras cuatro fábricas en el país -otras 3 en Buenos Aires y una en Córdoba-, la firma señala que no reubicará a estos trabajadores.
«La planta de San Fernando era una de las cinco plantas que Bimbo tiene operativas en el país y se dedicaba a producir alimentos congelados. En 2018, fue reconvertida tecnológicamente, a través de una inversión de más de 25 millones de dólares», agregaron desde la compañía.
Justamente, congelados es la categoría que más sufrió por las restricciones y los cambios de consumo durante la pandemia. En una entrevista que el entonces gerente general para Argentina, Diego Bustos dio a El Cronista en julio de 2020 explicaba: «Congelados es una categoría que sufrió mucho, cayó la venta como a la mitad. Es una línea de pan abierto con la que abastecemos la panadería de varios retails y un poco también en el mercado de tiendas de barrio que venden las flautitas recién horneadas. Lo que vimos es que el hábito de consumo en ese punto inicialmente cambió drásticamente, la gente no quería comer pan abierto, expuesto al ambiente y a la manipulación del producto».
Al momento, desde el gremio de la Alimentación, que en este momento pelea su paritaria anual, con un ofrecimiento que consideraron bajo, -32% en cuotas- no se expresaron sobre la desvinculación de estos 300 empleados de la panificadora.