Por Pedro Perucca
El Observatorio de la Deuda Social (ODS) de la Universidad Católica Argentina (UCA) y la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires presentaron un informe sobre los “Efectos sociales del Escenario Covid-19 en las comunas y villas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, basado en datos de la Encuesta de la Deuda Social del ODS. El estudio muestra que tanto la pobreza como la indigencia se duplicaron en 2020 en el territorio porteño, el más rico del país, en una dinámica que supera las cifras del resto de Argentina, que también empeoraron, y que las desigualdades sociales se profundizaron fuertemente en el territorio porteño.
El estudio analiza el impacto del escenario COVID-19 sobre la calidad de vida de los hogares, los déficits en el ámbito de la salud, el endeudamiento, la valoración de la democracia, la conectividad de los hogares y la inclusión financiera de los mismos. Todas las dimensiones fueron segmentadas por distribución socio residencial, estratos socio ocupacionales y nivel educativo de los jefes de hogar.
En cuanto a “Hogares y población por debajo de las líneas de indigencia y de pobreza”, se realiza un análisis entre 2017 y 2020, en el que se ve el grave impacto de la epidemia de coronavirus en el año pasado. La indigencia medida por hogares pasó de 6,2 a 7,3% a nivel nacional en el último año, mientras que en CABA se más que duplicó, pasando de 1,9 a 4%; midiendo por población pasó de 8,4 a 9,8 para el país y de 2,4 a 4,1% para Ciudad. La pobreza en hogares pasó de 31,3% a 35,2% a nivel nacional y en Ciudad de 5,9 a 11,6%; midiendo por población en el país se fue de 39,8% a 44,7% mientras que en CABA se pasó de 9,8 a 13,6%. Estas cifras dan cuenta de un agravamiento de la situación mucho más acelerado en la Ciudad de Buenos Aires, pese a ser por lejos el territorio con mayores recursos por cantidad de habitantes.
Para analizar el impacto de la epidemia sobre la calidad de vida autopercibida de los hogares en la Ciudad, se analizaron tres indicadores: tener efectos negativos en la situación laboral personal, la disminución de los ingresos del hogar y el uso de los ahorros para cubrir gastos habituales.
Una primera conclusión muestra que, desglosando por espacios socio-residenciales, se vieron más afectados quienes residen en las villas y en las Zonas Sur y Centro de la Ciudad y mucho menos quienes residen en la Zona Norte.
Preguntados sobre los efectos negativos en la situación laboral personal, el índice total indica respuestas positivas de un 34,1% a nivel CABA, pero la cifra se eleva al 48,3 en las villas y al 36 en las comunas del sur y centro, mientras que se reduce al 27,7% para las del norte. En cuanto a la disminución de los ingresos del hogar, el promedio Ciudad es de 50,8, una cifra que se dispara al 96,4 para las villas y trepa al 57 para las comunas del sur. En relación con el uso de ahorro, el promedio es de 14,4, en las villas se alcanza un 28,9 y la cifra desciende a un 7,6% para las comunas del norte.
Unas gráficas similares se observan al analizar el impacto de las medidas en el contexto de epidemia sobre los hogares, desglosando por estrato social-ocupacional de sus jefes/as de hogar, donde los sectores medios profesionales en general registraron impactos menores que el promedio a nivel Ciudad y los trabajadores marginales dieron cuenta de incidencias mucho más altas. Lo mismo en un análisis por nivel educativo.
Una familia tipo necesitó $58.000 para no caer en la pobreza
El estudio también analizó el acceso digital de los hogares de la Ciudad en el escenario Covid-19 en la Ciudad, considerando las posibilidades de conectividad, información y comunicación digital para el desarrollo de las actividades productivas, económicas, laborales, sociales y educativas de los integrantes del hogar; el nivel de bancarización y endeudamiento, evaluando dimensiones referidas a la bancarización y crecimiento de las deudas en los hogares.
Una de las conclusiones principales del estudio señala que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, “si bien es uno de los centros urbanos que registra los niveles más altos de desarrollo humano, también expresa importantes desigualdades y se encuentra aún lejos de garantizar condiciones de vida óptimas para todos sus habitantes”.