La preocupación sobre el impacto de la pesca ilegal en el mar argentino volví al foco de atención en los últimos días, después de que el piloto y cineasta Enrique Piñeyro viralizara un video que mostraba una “ciudad flotante” de pesqueros ilegales de distintas nacionalidades depredando la riqueza marítima argentina y convocara a unos 300 periodistas a sobrevolar la flota, que se encontraba realizando operaciones dentro del mar argentino, a muchos kilómetros de la zona de exclusión. Esta actividad genera un fuerte perjuicio no sólo en términos ecológicos sino también en cuanto al ingreso de divisas a nuestro país y la generación de puestos de trabajo.
Además de representar una amenaza ecológica y un ataque a la biodiversidad marítima, la de la pesca ilegal constituye el sexto negocio criminal más lucrativo del mundo, según un Global Financial Integrity, con ingresos de entre 15 mil y 36 mil millones de dólares anuales. Según regulaciones internacionales la pesca extranjera sin autorización no está habilitada antes de las 20 millas marítimas del continente. Pero flotas de China, Corea, Portugal y España cruzan constantemente la línea para capturar toneladas de calamar (cuya temporada está en curso), merluza, langostinos y abadejo. Pese a las desmentidas oficiales del gobierno chino, se sabe que uno de los principales responsables de este delito se estima que es la flota de gran distancia de ese país, que cuenta con 17 mil buques, incluyendo pesqueros, de transporte, de apoyo y suministro. Se estima que, más allá del daño ecológico, la actividad genera un perjuicio de cerca de 2 mil millones de dólares anuales para nuestro país.
Desde sus redes sociales, Piñeyro denunció que esta flota “estaba bien adentro de nuestras aguas territoriales” y agregó: “¿Qué hace el Gobierno por ‘apagar’ esta ciudad? La verdad es que no hace nada. Pero no hizo nada el Gobierno anterior, ni el anterior. Hace 40 años que vuelo y estoy viendo que lo que anteriormente era una ‘manchita’ ahora es una ciudad. Estas cosas sólo pueden pasar si nadie controla. Hasta ahora nadie hizo nada. Ojalá que todo esto sirva para que se tome la decisión política de asignar presupuesto y logística para poder detectar, primero, controlar, después, y sancionar, por último. Es posible decomisar todo, secuestrar los barcos. Si no hay control, es ‘piedra libre’”.
Milko Schvartzman, especialista en conservación marina que trabajó durante 16 años como coordinador de campañas internacionales sobre el tema para Greenpeace, reconoce la gravedad del problema de la pesca ilegal e insta a avanzar también en su combate en el ámbito jurídico y diplomático, pero aclara que en las imágenes difundidas por Piñeyro “no había barcos realizando pesca ilegal en ese momento” y que gran parte de la flota que se puede apreciar en el video viralizado son barcos poteros de nuestro país.
Corrección importante sobre el vuelo de @epineyro_ok por borde la ZEE Argentina:
NO HABÍA BARCOS REALIZANDO PESCA ILEGAL, en ese mto. Parte de flota que vieron son poteros ARGENTINOS.
Ver las siguientes imágenes: Celestes:🇦🇷 Rojos:🇨🇳🇪🇸🇰🇷🇹🇼🏴☠️
(La próx. inviten algún experto)🌊🤙 pic.twitter.com/nyjZCeRDBi— Milko Schvartzman (@milkorockmar) April 3, 2021
La diputada del Frente de Todos Fernanda Vallejos, que viene denunciando que debe ser castigado el acto de “piratería” que implica “la captura insostenible de las poblaciones originarias de nuestra Zona Económica Exclusiva (ZEE)», ya presentó por dos proyectos sobre el tema, uno para tipificar como delito a la pesca ilegal y otro “para instar a una eficiente radarización apuntando a un mejor control de estos actos de saqueo”.
Además, desde el Gobierno se recordó que a fines de enero también se creó la “Unidad de Coordinación de Certificación de Capturas y Exportaciones de peces en el mar argentino”, dependiente de la cartera de Agricultura, Ganadería y Pesca que entre otras funciones apunta a participar en la “elaboración y ejecución de los instrumentos para prevenir, desalentar y eliminar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada”, preparar “toda la información atinente a las certificaciones de la actividad pesquera dentro de la ZEE”, “verificar todas las capturas, manteniendo los plazos de la operatoria comercial” y “certificar que las capturas, tanto las que correspondan a la jurisdicción nacional como provincial se hayan realizado de conformidad con las leyes y los reglamentos nacionales aplicables, así como con las medidas internacionales de gestión y protección”.