La medida de fuerza convocada por la Federación del Papel, se inicia el próximo jueves 4 de marzo y se repite el lunes 8 de marzo, con una huelga de 24 horas cada día. La acción gremial, también incluye “un corte de colaboración total en todas las empresas de la actividad entre ambos paros”.
“Los ofrecimientos patronales son insuficientes y se hacen aún más intolerables si se tiene en cuenta el esfuerzo que los trabajadores de todo el país vienen realizando en el actual contexto de pandemia, donde fueron las propias cámaras empresarias las que solicitaron al Gobierno Nacional ser incluidos como actividad esencial”, confirmó Ramón Luque, secretario general del gremio en el orden nacional.
Luque detalló las asambleas en puertas de fábrica realizadas ya desde fines del año pasado para informar sobre las negociaciones paritarias que debían concluir en un acuerdo salarial correspondiente al segundo tramo de 2020.
“En el contexto de pandemia” –detalló el titular de la organización sindical- “las empresas de nuestra actividad han crecido en su producción, incrementando los precios para hacerse de un capital extra, por lo que también puede concluirse que se aprovecharon del subsidio del Estado Nacional para el período de crisis”.
“También es importante recordar”- agregó- “que fuimos los trabajadores los que expusimos a los establecimientos que no respetaban los protocolos establecidos por las autoridades sanitarias para evitar los contagios del coronavirus, incluso con acciones gremiales para exigir que se cumplieran los cuidados sanitarios estipulados por ley”.
En este sentido, en un comunicado oficial la federación papelera, denuncia al grupo ARCOR de “incumplir los acuerdos firmados, ya que dejó de abonar los correspondientes adicionales, incumpliendo tambien el pago del premio anual”. Asimismo, menciona a los establecimientos fabriles del Grupo Esperanza, como Celupaper, por “negarse a realizar el pago salarial al personal dispensado por formar parte de grupos de riesgo que no concurre a prestar servicios”.
Luque confirma que los tiempos legales se cumplieron “ya que respetamos la conciliación obligatoria que decreto el Ministerio de Trabajo”. “Pero debe quedar claro” –concluyó- “que mientras las empresas piensan en producir a costo de la salud de los trabajadores y trabajadoras, nuestra organización sindical está decidida a proteger a toda la Familia Papelera y exigir el justo reconocimiento al esfuerzo realizado, tanto en el respeto a las condiciones de empleo, como a través de incrementos salariales que dignifiquen el poder adquisitivo y jerarquicen nuestra tarea”.