De acuerdo al nuevo proyecto que presentó el oficialismo, aquellos trabajadores en relación de dependencia, tanto del sector público y privado que ganan hasta $150.000 brutos por mes -sin contemplar descuentos de jubilación y salud y el aguinaldo- no estarán sujetos al pago del Impuesto a las Ganancias, un gravamen siempre polémico cuando se trata de aplicarlo a los salarios y jubilaciones.
La iniciativa ingresó el viernes al Congreso y según pudo saber Estado de Alerta ya generó gran expectativa en el ámbito sindical, aunque los dirigentes prefirieron ser «prudentes» durante el fin de semana y aún no se expresaron públicamente, en un momento caliente de pleno debate de precios y salarios. No se descarta entonces que el tema se sume ésta semana en la agenda que el Gobierno pondrá sobre la mesa en el diálogo que tiene previsto con los gremios y los empresarios.
Pero el proyecto cuya autoría corresponde al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa no incluye solamente a los trabajadores activos. También incluye a jubilados. En éste caso, quedarán exentos del pago quienes perciban menos de 8 remuneraciones mínimas.
Si bien la medida fue recibida con beneplácito en el ámbito laboral, ya que beneficia a más del 63% de los contribuyentes que actualmente se encuentran alcanzados por el impuesto y que con la negociación paritaria que se está llevando adelante en los distintos sectores económicos, podría significar un salto brusco en la escala del impuesto.
El costo fiscal de la medida sería de unos 40 mil millones de pesos y alcanzaría a más de 1.3 millones de argentinos. Medida apunta una vez más a alentar el consumo interno, ésta vez de la mano de la clase media, que atraviesa una situación sumamente compleja desde hace más de tres años.
Según cada sector, la cantidad de trabajadores a lo largo del país que dejarían de pagar alcanzaría por ejemplo: alrededor del 58% en la industria manufacturera, en el caso del transporte un 63%, en la Construcción hasta un 54% y en Comercio, 46%.