La Ciudad avanzó con los protocolos para el inicio de las clases bajo la resistencia de algunos gremios

En reunión con los gremios docentes, la Ciudad de Buenos Aires explicó e intentó consensuar los protocolos para iniciar las clases el próximo 17 de febrero. El encuentro fue calificado por la gestión Larreta como «muy bueno».

De todos modos, todavía faltan detalles con respecto a la instrumentación de las medidas de seguridad e higiene y cómo se va a adaptar el protocolo a cada colegio. Por eso, la semana próxima habrá un nuevo cónclave en donde se seguirán ajustando detalles.

La cartera educativa de Soledad Acuña propuso para esta etapa, tal como indica un borrador del protocolo que dio a conocer a los trabajadores sindicales, «las recomendaciones efectuadas a la fecha por el Ministerio de Salud, las que se encuentran en revisión permanente, pudiendo ser ampliadas o modificadas de acuerdo a los cambios que surjan respecto a la situación epidemiológica y cualquier otra directiva que emane de las autoridades del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires».

«La sección correspondiente a cada sala/grado/año/curso conforma un grupo burbuja, independientemente de su forma de organización para cumplir con las medidas del presente», añade en el apartado estudiantes.

También aclara que «la concurrencia presencial de los/las estudiantes a los establecimientos educativos se hará de manera escalonada y progresiva conforme las etapas».

Por otro lado, se convoca a todo el personal, tanto el docente como el no docente. «Para el caso de docentes que participen o impartan clases en más de un grupo burbuja, se deberán extremar las restantes medidas de seguridad del presente protocolo, tales como, mayor distanciamiento del docente respecto de los estudiantes, evitar la circulación por el aula/espacio, entre otras».

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Y «las/os docentes promoverán el cumplimiento de las medidas establecidas por este protocolo de forma constante, para que las mismas se vuelvan habituales».

Con respecto a los grupos de riesgo, «las/os estudiantes que formen parte de alguno de los grupos de riesgo establecidos por la autoridad sanitaria o conviva con persona que presente una comorbilidad asociada a COVID-19, podrán exceptuarse de asistir de manera presencial al establecimiento educativo, debiendo presentar el certificado médico correspondiente».

Fuentes del Gobierno de la Ciudad aportaron que «todos los sindicatos están a favor de la presencialidad» y los que se oponen, los dos más duros, tienen motivos que exceden a la problemática en cuestión.

Y determinaron que en las últimas semanas el diálogo entre las partes se profundizó porque aceptaron «sugerencias, conversamos, consultamos, vamos contando los avances». Otro dato que ilustra la realidad: el 60% de los maestros de la Ciudad no está afiliado a ningún sindicato, por lo tanto si un gremio toma una medida de fuerza para el 17 de febrero no empañaría el trabajo realizado para la presencialidad.