Después de que en menos de 24 horas el Ministerio de Salud habilitara y luego cancelara la aprobación de un aumento de 7% para las prepagas, voceros del sector alertan sobre la difícil situación de las obras sociales, especialmente en el contexto de una posible segunda ola de contagios por coronavirus.
El pasado jueves 31 de diciembre el ministro de Salud Ginés González García había firmado la resolución 2987 que autorizaba a las prepagas a aumentar un 7% las tarifas a partir del mes de febrero, pero pocas horas después la decisión fue cancelada por otra resolución, la 2988, que la dejaba sin efecto. En el segundo texto se aclaraba: “Por expresa decisión del Sr. Presidente de la Nación se procede a suspender los incrementos que fueran autorizados a las entidades de Medicina Prepaga y a los Agentes del Seguro de Salud”.
A principios de diciembre el oficialismo había acordado con las obras sociales prepagas la autorización de un aumento de 5% (que de todos modos estaba muy por detrás de la actualización que reclaman desde el sector, de más de un 20%), pero la decisión también quedó congelada en el marco de una serie de negociaciones entre el titular de la cartera sanitaria y el superintendente de Servicios de la Salud Eugenio Daniel Zanarini.
Después de esas conversaciones, desde el Gobierno se había llegado a un acuerdo con distintos representantes del sector para autorizar un ajuste del 7% en febrero y continuar con el diálogo para avanzar en la recomposición. Pero a último momento la medida fue vetada por decisión del Poder Ejecutivo, que postergó las negociaciones para este año en busca de frenar un factor que hubiera sumado presiones a una dinámica inflacionaria que se disparó en los últimos meses.
Además, desde el sector de la salud privada manifestaron preocupación por los dichos de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien planteó la necesidad de “repensar” todo el sistema de salud. “Nuestro país debe ser en toda Latinoamérica el que más recursos humanos, tecnológicos e inversiones tenga en materia de salud. Lo que pasa es que lo tenemos dividido en tres sistemas: público, privado y obras sociales. Vamos a tener que repensar un sistema de salud integrado. Tenemos que repensar no solamente el sistema sanitario, sino un diseño de país que olvide esa concentración tan injusta e ineficiente económicamente”, manifestó hace algunas semanas.
Además de manifestar su preocupación por el déficit constante que genera el congelamiento de las cuotas de las prepagas, especialmente en el contexto de epidemia, desde las cámaras que agrupan a las prepagas sostienen que no han sido convocados para ningún diálogo en el sentido de reorganizar el esquema sanitario, pese a que atienden a cerca de 30 millones de argentinos, siendo también generadores de una importante cantidad de puestos de trabajo.