El Banco Central (BCRA) reconoció en un documento que circuló este jueves que en los próximos meses se acentuarán las presiones inflacionarias, revirtiendo la dinámica de los primeros dos trimestres del año. Los factores de presión derivan sobre todo de “la recuperación del precio relativo de los servicios, el avance de los acuerdos paritarios y la búsqueda de recomposición de los márgenes de comercialización minorista en algunos sectores”. De todos modos, la entidad manifiesta su esperanza en que la “coordinación” del Gobierno con distintos actores económicos permita una dinámica de descenso gradual de la inflación.
El Informe de Política Monetaria (IPOM) de la entidad que encabeza Miguel Pesce plantea que “hacia adelante algunos factores podrían ejercer presión sobre el proceso de formación de precios”, para luego aclarar que “se espera que la coordinación de estas fuerzas por parte del Gobierno Nacional con los distintos sectores de la economía permita que el proceso gradual de baja en la inflación continúe”.
El documento destaca que la inflación interanual mantuvo la trayectoria descendente en el tercer trimestre, ubicándose en un 37,2% en el mes de octubre, lo que implica una caída de 16,6% respecto de los niveles registrados a fin de 2019. Según el Central, contribuyeron a este retroceso inflacionario “las medidas sanitarias de aislamiento y distanciamiento, los bajos niveles de consumo, el congelamiento de las tarifas de los servicios públicos y las políticas de administración de precios dispuestas por el Gobierno Nacional”.
Colombia: denuncian a la empresa de BRT Recaudo Bogota por “desvinculaciones ilegales”
Aunque en el informe se hacen repetidas referencias al crecimiento de la brecha cambiaria, no se la considera como un factor que vaya a presionar sobre la inflación. Por el contrario, sí se acepta que el aumento en la cotización del dólar financiero y del informal, que generan una “mayor incertidumbre financiera”, fue determinante en el salto inflacionario a 3,8% mensual registrado en octubre.
En ese sentido, el BCRA anticipó que trabaja para abrir “una nueva etapa” de mayor financiamiento en el mercado de capitales, que permitiría reducir la emisión monetaria y garantizar “un tipo de cambio real competitivo y estable”. A ese respecto, destacó la “armonización de tasas de interés”, la que se pretende mantener como “instrumento de estabilización financiera y externa” para “avanzar en la construcción de una curva de tasas de interés en pesos que facilite y fortalezca la operatoria en el mercado de capitales”. Luego añade: “En este sentido y a partir de nuevas colocaciones de bonos en el mercado local, el Tesoro Nacional logró en octubre reducir en $125.780 millones la deuda contraída en concepto de adelantos transitorios con el BCRA y anunció que no hará uso de dicha línea en lo que resta del año”.
Respecto de la política cambiaria, se mantendrá una “estrategia de corto plazo”, con un “régimen cambiario de flotación administrada”. “Las regulaciones son un instrumento necesario para la coordinación de las decisiones individuales mientras se avanza en la mejora de la situación fiscal, externa y monetaria. Asimismo, se busca en el mediano plazo mantener regulaciones macroprudenciales compatibles con la dinamización de los flujos de capitales orientados a la economía real”, detalló el Central.
En cuanto al tipo de cambio, se reconoce que está “3,3% por encima del promedio histórico registrado desde enero de 1997” y agrega: “Este nivel de tipo de cambio real es compatible con los saldos superavitarios del balance comercial y de la cuenta corriente, que permitirán avanzar en el fortalecimiento de las reservas internacionales”.
Finalmente, el IPOM detalla que la Base Monetaria terminaría 2020 en un nivel equivalente a 8% del PIB, “lo cual representa un valor 0,5% por debajo del promedio para el período 2010-2019”, y concluye: “Se considera que la gradual normalización de la economía, que permitió al Banco Central avanzar en la armonización de sus tasas de interés de política, y la existencia de un tipo de cambio real que se ubica en niveles adecuados, permiten prever un escenario con trayectorias consistentes para las tasas de interés, el tipo de cambio y la dinámica de los precios”.