La última reunión de CGT de la así llamada mesa ampliada, reducida esta vez, “quizás por los protocolos que impone la pandemia”; como chicaneo al hacer el conteo de los asistentes, uno de los participantes del encuentro; permitió que mucho de lo que anduvo dando vueltas en diferentes declaraciones de distintos referentes sindicales, fueran repetidas y ampliadas en un cónclave donde fueron y vinieron pases de facturas.
Todo post 17 de octubre, con diferentes lecturas que van desde aquellos que sostienen haber centralizado el acto principal del ‘Día de la Lealtad’ en la sede de la calle Azopardo, hasta afirmaciones como “no podemos permitir que nos copen el Felipe Vallese, casi sin mencionar que es la casa de la Confederación General del Trabajo”.
En este sentido, se pasó revista a las críticas que recibió la ‘caída plataforma virtual’, destacando varios de los presentes, “la importancia de haber llevado adelante actos y marchas en la vía pública”.
El conclave realizado nuevamente en la sede de UPCN, tuvo la característica -no muy habitual-, que casi todos los presentes hicieron uso de la palabra; como una muestra de la necesidad de “aclarar varias cuestiones cara a cara”.
La cita logró evitar que las diferentes posturas que hoy transitan varios sectores que conviven en el Movimiento Obrero, terminara en una ruptura oficial. Las fuentes consultadas, también distinguieron que a pesar de haber sido extenso, durante el encuentro no se abordó la situación económica financiera que atraviesan las Obras Sociales, a pesar incluso que el principal negociador de estas cuestiones, titular del gremio de Aguas Argentinas, fue uno de los que dijo presente.
La determinación final fue continuar la discusión en la propia CGT, con el compromiso de limitar la participación exclusivamente a los integrantes del actual Consejo Directivo. Un argumento en este sentido, fue que el número de integrantes da para que el encuentro se realice en el cuarto piso, “bien a puertas cerradas”, incluso respetando el protocolo de los distanciamientos sociales, que en muchos casos también son políticos y gremiales.