Organizaciones representativas de la agricultura familiar y campesina de todo el país junto a la Federación Agraria Argentina (FAA) expresaron frente al Congreso nacional su rechazo hacia “la Ley Monsanto-Bayer” de semillas y reclamaron una legislación que garantice “una reforma agraria integral y popular”.
Las organizaciones establecieron que el proyecto de ley impulsado por el Gobierno, la Sociedad Rural y las semilleras multinacionales tiene como objetivo limitar el uso propio (libre) de las semillas. Monsanto es una de las firmas apuntadas, que constituye un monopolio que impide el desarrollo económico de pequeños y medianos productores, algo que dejó en claro Omar Príncipe, presidente de la FAA. En una entrevista que le dio a Conclusión, dijo que “somos los productores agropecuarios que producimos los alimentos que a diario consumen los argentinos y estamos resistiendo a un embate de que estos alimentos, la semilla de estos alimentos, esté en manos de un monopolio como Monsanto”.
Para el dirigente, es fundamental que el Estado no garantice “la posición dominante de Monsanto sobre los alimentos y las semillas en Argentina». Salud y negocios son dos temas que se mezclan en esta problemática: “La salud también viene de la mano porque las patentes de las semillas tienen un paralelo con las patentes de los medicamentos. Hay patentes, tanto en semillas como en remedios, que caen todos en un sólo monopolio que es Bayer-Monsanto”.
«Frente a esto, las organizaciones representativas de la agricultura familiar, campesina e indígena, ratificamos el carácter de orden público del régimen legal de semillas y la función indelegable del Estado en materia de protección del derecho de los agricultores y solicitamos que una nueva normativa que garantice la participación de las organizaciones agrarias en la redacción de la Ley»