Después de los recientes casos de las sucursales de supermercados Coto de Quilmes, Lanús y Banfield, donde pese a los numerosos contagios de coronavirus entre los trabajadores la empresa se resistió a aplicar los protocolos sanitarios obligatorios, esta semana el foco de atención se desplazó a la sucursal porteña del barrio de Boedo, donde aparentemente hasta este jueves se contarían 27 contagios sin que se haya procedido a una clausura para una sanitización a fondo.
Los casos comenzaron a multiplicarse a fines de la semana pasada y el domingo ya se habían confirmado diez contagios. El día domingo 28 la Agrupación La Voz de Comercio hizo pública una carta donde aseguraba que ya había diez contagios confirmados en la sucursal de avenida Boedo 777, en el límite entre los barrios porteños de Boedo y Almagro.
Por lo menos 20 contagios en una sucursal de COTO de Quilmes
Pese a ese importante nivel de difusión del virus en la sucursal, la empresa siguió abriendo sus puertas sin tomar medidas de clausura para desinfección como marcan los protocolos de combate contra el virus, lo que implica un severo riesgo para toda la clientela que concurre a realizar sus compras.
Según una denuncia en redes sociales, este jueves ya serían 27 los contagios. Un usuario detalló: “Hay denuncias realizadas y ninguna autoridad actuó. Hablé con gente de la sucursal y me dijeron que son obligados a ir, a pesar de reportar contactos estrechos con contagiados confirmados. No les hacen ningún test hasta que presentan síntomas. No hicieron ningún sanitizado y los contagios siguen día a día. Sólo hacen limpieza los de maestranza. Es terrible porque a pesar de las denuncias sigue abierto”.
Después del cierre por 24 horas para desinfección, reabre el Coto de Lanús donde hubo 21 contagios
Como se hizo en otras sucursales, se puso en aislamiento a los trabajadores que confirmaron contactos directos con los contagiados, reemplazándolos con empleados de otras sucursales, una medida que debería ser complementada con el cierre para desinfección de por lo menos 24 horas.
En el caso de las sucursales de Quilmes, la medida se tomó recién después de que los propios trabajadores llevaran adelante una medida de fuerza que obligó a la intendenta Mayra Mendoza a concurrir a la sucursal. En Lanús, se viralizaron imágenes del gerente de la sucursal amenazando a los inspectores municipales que intentaron hacer cumplir los protocolos sanitarios y cerrar la sucursal, medida que recién se logró aplicar un día más tarde, ya con más de 20 contagiados entre los empleados.