La CGT convocará a una «mesa de diálogo» ante la posible ola de quiebras y despidos

La «mesa chica» ampliada de la CGT se reunió en la tarde del lunes durante varias horas para trabajar sobre una propuesta de constitución de una «una mesa de diálogo» que permita elaborar una propuesta integral para elevar al Gobierno ante «la grave realidad socio-económica y laboral» como consecuencia de la pandemia.

“Ante la gravedad de la realidad socioeconómica y laboral producto de la pandemia que amenaza con la quiebra de miles de pequeñas y medianas empresas, hemos tomado éste camino”, confirmó uno de los titulares de la central obrera, Carlos Acuña.

La idea es que del intercambio participe un amplio abanico de sectores en la elaboración de alternativas, entre las que se incluye la Iglesia, los sectores productivos, las entidades sociales, partidos políticos e industriales, entre otros, ante la necesidad de buscar una vía de salida a la pospandemia.

Por varias horas se extendió el encuentro que se dio en la sede nacional de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), en Moreno al 1.300 de la ciudad de Buenos Aires, para analizar una variada agenda de temas, de la que participaron los principales referentes gremiales.

En el medio, se colaban en agenda preocupaciones inmediatas como el pago en cuotas del aguinaldo o la falta de negociaciones salariales, pero es de tal gravedad el caso de algunas actividades como la hotelera, gastronómica o la de comercio, que ese debate casi pasó a segundo plano.

La situación en éstos rubros fue calificada como «desesperante”, no sólo por el riesgo de masivos despidos de trabajadores, sino por la posible quiebra de miles de pequeñas y medianas empresas (Pymes), que ocupan a más del 60% de la mano de obra», puntualizó  Acuña, junto a Héctor Daer, integrante del binomio que conduce la central y de Andrés Rodríguez, de estatales, el anfitrión del encuentro.

Como conclusión se impuso la necesidad del “diálogo social”, pero esta vez en serio, de modo de poder iniciar una reconstrucción que no será sencilla ni rápida, por los efectos devastadores que dejará la pandemia en el país y en el mundo. Para los dirigentes, se impone lograr «una sintonía multisectorial que posibilite acuerdos importantes y serios para emerger de una crisis sin precedentes».

Los dirigentes también analizaron la emergencia sanitaria, a la luz del avance de la pandemia de coronavirus y las últimas medidas determinadas por el gobierno nacional ante el incremento de la cantidad de contagiados y de fallecimientos, en especial en el Area Metropolitana Buenos Aires (AMBA) y coincidieron en que la situación se agravará a partir de éste miércoles, fecha en que la cuarentena volverá a endurecerse –como mínimo- por quince días más.

También el titular de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (Faecys) y del gremio mercantil porteño (SEC), Armando Cavalieri, fue contundente al explicar a la salida del encuentro «la grave situación de las obras sociales sindicales, que a diario registran caídas a niveles insoportables”, y puso en “duda” la prestación del servicio, lo que consideró como “muy peligroso” por incluir casi la mitad de la población –unos 16 millones- se quedara sin servicios de salud”.

El histórico dirigente mercantil, quien también es presidente de la obra social de la actividad (Osecac) -que atiende a más de 2 millones de personas en todo el país- resaltó que si prosigue cayendo la recaudación «será del todo imposible ofrecer los servicios médicos o siquiera afrontar los de elevada complejidad».

El encuentro participaron también: José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), quien expuso un pormenorizado informe respecto de las obras sociales como histórico especialista en ese tema, Gerardo Martínez (Construcción), Antonio Caló (Metalúrgicos), Víctor Santa María (Encargados de Edificios), Hugo Benítez (Textiles) y Carlos Sueiro (Aduaneros), entre otros dirigentes sindicales.