A fines del año pasado Garbarino, la mayor cadena de venta de electrónica y electrodomésticos del país, se puso en venta, después de meses de complicaciones económicas, dificultades para cumplir con los pagos y cierre de locales. Después de que el grupo Inverlat retirara su oferta, apareció el grupo empresario Prof que, con el visto bueno del titular del gremio de Empleados de Comercio Armando Cavallieri, busca disputarle la adquisición de la cadena a Covelia, empresa históricamente ligada a Hugo Moyano.
El Grupo Prof está presidido por Carlos Rosales, actual protesorero de San Lorenzo, que asumió en 2017 la dirección del grupo empresario, que también posee una línea de Seguros y una ART, además de inversiones en hotelería y gastronomía. La propuesta de Prof pasa por una importante inversión inicial de 2 mil millones de pesos para sanear las cuentas de Garbarino en un período de entre 18 y 24 meses, manteniendo los actuales 191 locales de la marca, además de los 54 de Compumundo, y la totalidad de los 4361 puestos de trabajo actuales. Una de las líneas de desarrollo de la nueva etapa de la cadena pasaría por una expansión regional (a Uruguay, Paraguay, Bolivia y Ecuador, países que no tienen tanta presencia de marcas de retail) y un claro fortalecimiento de los canales electrónicos de venta.
Considerando que la mayoría de los trabajadores de la empresa están afiliados a Empleados de Comercio, el apoyo de Cavalieri resulta fundamental. Un sector minoritario de los empleados de Garbarino se encuentran afiliados a Camioneros, gremio encabezado por Hugo Moyano, lo que da pie para que el histórico enfrentamiento entre ambos dirigentes encuentre un nuevo escenario.
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Covelia, la empresa de servicios de limpieza urbana que con su flota de más de 500 camiones hoy presta servicios en los partidos de San Martín, Lanús, Escobar, Merlo, Lomas de Zamora, Esteban Echeverría, Partido de la Costa y Pinamar, es propiedad de Ricardo Depresbiteris, un histórico aliado de Moyano. La empresa fue una de las primeras en pujar por la cadena de electrodomésticos luego de la decisión de Inverlat (grupo dueño de Havanna, entre otras empresas) de no renovar su exclusividad luego de su vencimiento a fines de marzo. La adquisición de Garbarino por Covelia implicaría una amenaza a la estructura de poder de Cavalieri debido al posible cambio de afiliación de los miles de empleados de la empresa, que probablemente pasarían a reforzar las tropas de Camioneros.
Hoy Garbarino tiene 30 delegados afiliados a Comercio y sólo 3 a Camioneros, además de 9 de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y 2 de la Asociación de Supervisores de la industria Metalmecanica, Metalúrgica y Minera (Asimra). Desde Comercio temen que con si logra hacerse con Garbarino, Camioneros fortalezca su posición para luego avanzar con la adquisición de otras empresas, que terminen debilitando a Comercio.
En ese contexto, a fines de la semana pasada el Grupo Prof presentó la primera oferta a los bancos acreedores de Garbarino (que reclaman una deuda superior a los 4 mil millones de pesos, mientras que los proveedores comerciales reclaman otros 7 mil millones). Rosales también se encontraría en diálogo con el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas, buscando un aval oficial a su gestión. Recién después del acuerdo con los bancos se abriría la negociación con los proveedores de la empresa. Desde Covelia ya se habría logrado un acuerdo inicial con los bancos, que aceptaron una importante quita de deuda.
Mientras las negociaciones por la venta se extienden, la situación de Garbarino es cada vez más crítica y, luego de que fuera rechazada su propuesta de pagar sólo el 30% de los salarios, continúa pagando los sueldos en cuotas debido a que, según la empresa, los ingresos obtenidos por las ventas online no alcanzan para cubrir los gastos. En este sentido, en las últimas semanas también se multiplicaron en redes sociales los reclamos de compradores que denuncian que la empresa no estaría concretando las entregas de los productos vendidos.
