El argumento del pedido parte de las consecuencias drásticas sufridas por el aislamiento obligatorio. Según contó a Estado de Alerta Pedro Casacales, secretario de Industria de la entidad “el 95% de las PyMes no pudieron cubrir sus gastos operativos y llas que trabajan lo están trabajando a pérdida”.
De todos modos reconoció la ayuda que da el gobierno del 50% pero agregó que “nosotros creemos que habría que cubrir sobre todo en las PyMes más pequeñas de hasta 40 trabajadores, el 100% de los salarios, porque vemos que si no va a ser una situación que pueden colapsar muchas de ellas” y lo justificó en que “la mayoría ya están dejando de pagar o atrasándose con impuestos, con alquileres, con proveedores y lo único que están tratando de mantener a flote son los sueldos” lo que imaginó muy difícil sin una mayor asistencia”.
Desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa reconocen que “primero está la salud” pero que en este letargo las empresas morirán si no pueden volver a funcionar pues según sus precisiones “una encuesta nos dio que el promedio da 20 días que puede una PyMe sobrevivir sin ingresos”.
Según informó el secretario de Industria de la entidad, Pedro Casacales “hemos hecho recientemente un relevamiento que marca una caída de las ventas de abril contra abril del año anterior de 57,6%, es decir, destacamos los 10 rubros esenciales, pero si sacamos alimentos, farmacias y ferreterías, la caída fue del 75%”, lo que significa “un desplome que no hemos visto nunca, desde que tenemos medición de estos datos en CAME”.
Bajo ese diagnóstico y en una corrida contrareloj por parte del Gobierno, trabajan para autorizar a unas mil nuevas empresas que deben ponerse a tono con los requisitos, que ambos esperan estén listos para bajar la bandera de largada el próximo 13 de mayo cuando termine la séptima semana de cuarentena.
Pero cuando se abren las persianas termina un problema y comienza otro. Está claro que nada es lo mismo y que los niveles de producción y consumo no alcanzarán ni de cerca a la prepandemia. De hecho desde CAME la propuesta “es que incluso en las grandes ciudades se seleccione un día a la semana por rubro, por ejemplo un día calzado e indumentaria, otro día electrónicos, otro día librerías, otro día bazar y juguetería… de tal manera que incluso los empleados que trabajen ahí o los mismos dueños se trasladen aquellos que viven en la zona de cercanía del comercio y que puedan usar medios propios, que no tengan que usar transporte público de pasajeros”.
Desde la entidad empresaria reconoció las presiones que se efectúan sobre el Gobierno para una mayor apertura y lo justificó en que “cuando el dinero empieza a faltar, la presión de muchos comercios y pequeñas industrias por empezar a trabajar va a ser enorme y algunos tal vez lo empiecen a hacer previo a que las autoridades lo permitan”.
“Nosotros desde CAME no avalamos ni incentivamos nada de eso, creemos que lo importante es respetar las indicaciones que da el Gobierno porque ellos son los que tienen toda la información y saben por qué están manejando esto de esta manera” insistió Casacares, pero asimismo “decimos que tenemos que lograr un mecanismo de contención financiero y económico para evitar el colapso de las PyMes, porque si las PyMes colapsan colapsa el empleo y ahí colapsa toda la economía”, concluyó.