La Federación del Papel calificó de “inviable” la intención de las cámaras del sector de disminuir salarios y reducir puestos de empleo sosteniéndose en que “la industria celulósica papelera, nunca cesó e incluso está produciendo en un alto porcentaje, con demanda de horas extras en muchos de las empresas”.
El gremio que en el orden nacional lidera José Ramón Luque, justificó la postura sindical al recordar que “fueron las propias cámaras de la actividad las que solicitaron al Gobierno la necesidad de ser contempladas dentro de los rubros esenciales enmarcados en los últimos decretos de marco laboral”.
“De hecho” –afirmó Luque- “nuestra organización puso algunos reparos ya que resaltamos la responsabilidad que deben asumir las empresas en el cumplimiento de las normas de seguridad, higiene y salubridad para proteger a los trabajadores, tanto en las tareas que realizan en los lugares de empleo, como en los traslados hacia los establecimientos; mucho más aún, a partir de la situación de emergencia por el peligro de contagio y propagación del coronavirus”.
Luque recordó en este sentido que fueron las propias Asociaciones que representan a las Cámaras del sector las que hicieron presión para ser incluidas como prioritarias debido a la producción de elementos destinados a la salud y también como complemento de la producción alimenticia, gestión en la que los empresarios consiguieron ser exitosos a partir que muchas firmas que operan en esta actividad, también son parte de las principales industrias de alimentos, con fuerte presencia en la Unión Industrial Argentina (UIA), entre otras entidades patronales.
Al mismo tiempo, según se dejó trascender en conversaciones con funcionarios del Poder Ejecutivo, se trasluce aquí “segundas intenciones que tendrían como objetivo conseguir créditos blandos del Estado Nacional o la ayuda con partidas presupuestarias para pagar los sueldos de los trabajadores”.
Paralelamente la Federación Papelera rechaza la intención de dilatar el cronograma de las negociaciones paritarias para alcanzar incrementos en el poder adquisitivo y la amenaza de suspensiones ya que entiende que en verdad responden a intenciones “ajenas a la realidad”.
“En todo caso”, aclaran desde la Federación Nacional, “será cada regional y sindicato local el que decida con la autonomía que así lo habilita, cada caso puntual donde eventualmente existan situaciones puntuales que los empresarios intentan establecer en un inexistente orden general”
Habrá que esperar ahora la reacción del sector empresarial, qué en muchos casos, suele responder a este tipo de posturas de defensa de los derechos laborales, con demora en el pago de aportes patronales y en las cuotas correspondientes a la cobertura que realizan las Obras Sociales.
También se verá hasta qué punto otros gremios acompañan este tipo de posturas, y si en todo caso cuentan con el respaldo de la propia Confederación del Trabajo.