El grupo francés Keolis se bajó de la licitación para operar las líneas del subte y premetro porteños y Metrovías, que quedó como única oferente, retendrá el servicio por lo menos por otros doce años (con opción a tres años extra). Los trabajadores del subte impulsan la estatización del servicio.
Keolis es una empresa estatal francesa de la Societé Nationale des Chemis de fer Francais (SNCF) y del fondo de pensión canandiense Caisse de Depot et Placement du Québec (CDPQ) que, en asociación con los ingleses de Transit for London (TFL) y con la local Corporación América, del empresario Eduardo Eurnekian, buscaba desplazar a Metrovías de la gestión del subte porteño. Pero después de una serie de prórrogas del Gobierno de la Ciudad para definir la licitación y horas después de que Metrovías (la empresa del Grupo Roggio que tiene la operación del subte hace 25 años) anunciara su decisión de impugnar la presentación de Keolis, el grupo francés confirmó su decisión de abandonar la puja licitatoria.
Un comunicado de la empresa francesa sólo confirmó su salida, sin dar explicaciones por la decisión: “Keolis agradece a sus socios Helport y Transport for London por la excelencia de sus equipos y espera poder volver a trabajar con ellos en el futuro. También valora el profesionalismo de Sbase y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a lo largo de todo el proceso”.
Desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires aseguraron que la decisión de Keolis responde exclusivamente a la difícil situación económica que atraviesa nuestro país en este momento, pero desde la oposición porteña alertaron sobre los diversos movimientos oficiales que apuntaron a perpetuar la concesión de Metrovías. La legisladora del frente de Todos Claudia Neira denunció: “Ahora con el retiro de Keolis -la segunda empresa que se retira a esta licitación- parece quedar nuevamente el camino allanado para Metrovías para que siga gestionando de manera ineficiente”.
La concesión de Metrovías está vencida desde 2013, pero los sucesivos gobiernos del PRO en la Ciudad fueron presentando prórrogas a la concesión mientras definían una prometida licitación internacional que, luego de un largo y costoso proceso, finalmente terminó con Metrovías como único postulante. Antes de Keolis, se había bajado otro consorcio francés, RATP, que desistió en diciembre por la persistencia del cepo cambiario.
El Gobierno porteño informó que ahora el próximo paso será enviar la evaluación del sobre técnico del grupo Benito Roggio Transporte a la Procuración de la Ciudad, para luego proceder a la apertura y evaluación del sobre económico. Recién después de cumplimentados estos pasos se dará a conocer formalmente el resultado de la licitación. Si bien no hay competidores para Metrovías, el Gobierno podría considerar desierta la licitación si la oferta económica del Grupo Roggio no resultara atractiva. Desde Metrovías manifestaron: “Seguimos con firme convicción en el proceso, que como desde el día uno cumplimos en tiempo y forma todo lo que estipula el pliego. Tenemos la asistencia técnica de Deutsche Bahn y seguimos confiados en que somos la mejor opción”.
“La concesión se viene prorrogando desde 2013 y el servicio cada vez es peor. El Gobierno nunca tuvo entre sus prioridades el subte, ni para construir más kilómetros, ni para mejorar la gestión”, añadió Neira. Y concluyó: “Le entregó mediante prórrogas permanentes el manejo a Roggio mientras los porteños viajamos pésimo. Hay que seguir muy de cerca el proceso licitatorio, porque el Gobierno porteño dice que podría dejar la licitación desierta y eso permitiría que siguiera Metrovías con otra prórroga, la séptima. De una forma o de otra la continuidad Metrovías la tiene asegurada por un tiempo”.
La Ciudad anticipó que apelará la medida cautelar por la desasbestización del subte
Ante este escenario plagado de irregularidades, para los trabajadores de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) la mejor opción sería la estatización del servicio. Roberto Pianelli, secretario General de los “metrodelegados” explicó: “Lo primero que hay que hacer es tener una política transporte en la Ciudad y también a nivel provincial y nacional. Yo soy estatista, para mí hay que estatizar los subtes y los colectivos como en Nueva York. Es el Estado el que tiene que intervenir desarrollando el subterráneo”. El gremialista también cuestionó a la empresa estatal Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), propietaria legal de la red de subtes de la Ciudad: “Es la primera vez en la historia que no tiene programado hacer ni un metro de subte. Es una empresa que no se sabe para qué está. Si cambiamos la estructura y lógica de SBASE, yo estoy a favor de que una empresa estatal opere los subtes y los colectivos”.
El cuestionado proceso licitatorio del subte se produce en medio de una inédita lucha de los trabajadores por la “desasbestización” de formaciones y lugares de trabajo, que recientemente ha logrado varios triunfos en instancias judiciales, obligando a Metrovías no sólo a retirar todos los materiales que puedan tener la presencia de ese peligroso elemento cancerígeno, sino también a garantizar los estudios y la atención médica a trabajadores (empleados directos o contratistas eventuales) que hayan pasado por el subte durante los últimos 40 años. El planteo de los metrodelegados además abrió la puerta para un amparo colectivo presentado por usuarios que también pudieran haber sido afectados por la presencia de asbesto en los túneles.