Este martes, los principales sindicatos de Francia salieron a las calles para rechazar la reforma jubilatoria que impulsa Emmanuel Macron. Las protestas se realizaron en las principales ciudades del país galo como París, Toulousse, Marsella, Lille y Lyon, entre otras.
Se trató de la tercera movilización en menos de dos semanas pero la primera convocada por la totalidad de las centrales del país, incluyendo la reformista CFDT. Desde la CGT, a través de Philippe Martínez, indicaron que «nuestro mensaje es: escuchen a la opinión pública, escuchen a los huelguistas, escuchen a los manifestantes. Ustedes quieren que la situación mejore… estamos totalmente de acuerdo. Ahora, les corresponde a ustedes decir: vamos a reajustar el reloj, vamos a detener este proyecto y discutimos, realmente, cómo mejorar el sistema. Tenemos propuestas, nadie puede negarlo. Es una verdadera contrapropuesta. Se nos pide que encontremos soluciones y tenemos algunas. ¡Que las apliquen!».
Y contaron que el sistema previsional que se busca implementar eleva la edad legal de jubilación de los 62 años, hoy, a los 64 años en 2027. El Gobierno, con esta iniciativa, también marca la desaparición de los regímenes especiales, pero para gremios como el de conductores de la compañía ferroviaria SNCF y el de los transportes parisinos RATP (que hoy se jubilan a partir de los 52 años), la reforma se aplicará sobre los nacidos a partir de 1985. También se anunció un sistema de jubilación mínima garantizada de 1000 euros para los trabajadores más precarios.