A pocos días de asumir la presidencia, Alberto Fernández se reunió en la Conferencia Episcopal Argentina con referentes de la Iglesia y con los movimientos sociales para garantizarles –al igual que lo hizo con los sindicatos- que ellos también “serán parte de su gobierno”.
Los Cayetanos, algunos del los cuales ya habían estado en la sede central de la CGT el pasado viernes para dar apoyo a Fernández, participaron, con más protagonismo, de la reunión en la que el presidente electo inició la reunión con un ”vengo a escucharlos».
Allí referentes como Emilio Pérsico, del (Movimiento Evita) o Esteban «Gringo»Castro y Gildo Onorato de la (CTEP). También Juan Grabois y Natalia Zaracho del (Movimiento Trabajadores Excluidos), Juan Carlos Alderete, Fredy Mariño y Luciano Álvarez (Corriente Clasista y Combativa); Daniel Menéndez, Néstor Moccia y José Oscari (Barrios de Pie); Dina Sánchez (Frente Darío Santillán); Rafael Klejzer (Movimiento Popular La Dignidad), le pintaron un mapa de la realidad con la que conviven todos los días.
Fernández ya lo había dicho en otras oportunidades frente a alguna polémica pública y lo repitió: “los movimientos sociales no son parte del problema, son parte de la solución”, como forma de decir que estarán cerca del gobierno, pero además de reconocerles el enorme trabajo de contención social que han realizado éstos años en los sectores más vulnerables de la argentina donde la pobreza creció de 27,6% a 35% y donde la indigencia pasó de 4,3% pasó a 7,2%.
Así, los referentes del llamado triunvirato piquetero, deberán conciliar los tiempos que pretenden darle al candidato que apoyaron y la enorme lista de necesidades que aparecen en los barrios donde ellos dirigen la Economía Popular y que presentaron en un informe al equipo de Fernández, que lo acompañaba -incluído Gustavo Béliz- en una enorme mesa en forma de «U».
Los Movimientos Populares participamos hoy del encuentro con el presidente electo @alferdez en la sede de la @PrensaCEA, donde presentamos un informe sobre la situación que vive la Economía Popular, con las demandas y los desafíos para lo que viene. pic.twitter.com/yVESpCq7jg
— CTEP (@prensactep) November 13, 2019
Para ello Fernández les adelantó que prepara la puesta en marcha del consejo que desarrollará el plan «Argentina contra el Hambre». El organismo, integrado por unas veinte personas, tendría su primer encuentro el próximo viernes, donde esperan contar ya con la presencia del conductor Marcelo Tinelli -quien integraría el organismo ad honorem- que tendrá como cabeza al futuro ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo.
El puntapié inicial de este plan fue durante los primeros días de octubre, antes de revalidar su triunfo en las elecciones generales, en la Facultad de Agronomía de la UBA, donde anticipó la idea de llevar adelante ese plan como su principal política de Estado al llegar al poder.
La situación de los trabajadores fue otro de los puntos. Y la necesidad de generar empleo inmediato. Aunque por allí llegó el baño de realidad: uno de los presentes afirmó: “Por más éxito que tenga la gestión, si se crece un 5% anual, no se generarán más de 150.000 puestos de trabajo por año, o un poco más”, cosa que resulta insuficiente, a lo que la respuesta para incluir a todos aquellos desocupados será un plan de trabajo en polos textiles, recicladores, productores de alimentos y bebidas.
Pese al buen clima de la reunión frente a los planes a futuro, Fernández se anticipó: “Pueden surgir diferencias entre nosotros, pero no permitamos que usen esas diferencias para dividirnos”, enfatizó con insistencia sobre el lema “es con todos”, en el intento de constituir ese gran “acuerdo social” que permita articular todos los sectores del empresariado, el campo, el sindicalismo, el Gobierno, la universidad, para generar crecimiento y fortalecer el consumo interno, -únicas formas- a su entender de «poner a la Argentina de pie».
De todos modos, Fernández sabe que no tiene mucho tiempo. “La Argentina tiene mecha corta” dijo Grabois, el dirigente de la CTEP, hace unos días. Pero en ese caso la Iglesia, actúa como colchón y lo seguirá haciendo seguramente para calmar las aguas cuando alguno de estos puentes pueda «dinamitarse».
Jorge Lugones, nuevo titular de la Comisión Episcopal de la Pastoral Social y obispo de Lomas de Zamora, al igual que otros referentes eclesiásticos, han sido muy duros con el gobierno de Mauricio Macri en sus críticas contra el “ajuste” y seguramente esperarán prontas respuestas también del dúo Fernández-Fernández para un sector, donde las Iglesias –no sólo la católica-cumplieron un rol clave para evitar crisis parecidas a las que afrontan otros países vecinos como Chile.
Mientras todo esto sucede, volvemos a tener la noticia de que nuestro Papa Argentino, Francisco, tampoco vendría al país durante el 2020.