Ayer en Carcarañá, al sur de la provincia de Santa Fe, donde Macri asistió a la reapertura de un frigorífico, dijo que hay que «luchar contra las mafias que nos cagan la vida a todos».
Es la primer vez que utiliza una expresión de ese tipo, y de paso se despachó contra el gobernador Lifchitz, de Santa Fe, porque la provincia no adhirió aún a la ley de ART, algo que según el jefe del Estado favorece a la industria del juicio laboral.
«Tenemos que sacarnos de encima a los mafiosos que no nos quieren dejar crecer», subrayó el mandatario en su visita a Carcarañá, donde encabezó el acto de reapertura del frigorífico Mattievich, planta de faena que estuvo cerrada durante los últimos siete años.
En el acto, realizado en la misma planta fabril, Macri sostuvo que «estamos vocacionados a abrir más mercados, para que cientos de personas más puedan trabajar. Lo mismo queremos hacer para cada economía regional. Hoy tenemos claro cuál es el rumbo: basta de ser un país estadocéntrico. Queremos ser un país federal con empleo privado de calidad ligado a la producción».
Para Macri, una clave para aumentar la producción es que «no haya más prepotencia, no más comportamientos mafiosos». Y sin hacer nombres, habló de los piquetes al señalar que «uno que se pone en el medio de la ruta les caga la vida a todos».