La fábrica de alfajores La Nirva, una de cuyas marca más tradicionales era “Grandote”, se encuentra paralizada y al borde de la desaparición. Sus empleados denuncian que hace un año que no produce y que adeuda dos meses de sueldos.
Según informaron, en octubre del año pasado la empresa fue adquirida por el grupo Blende, que al asumir frenó la producción en el marco de un presunto plan de una reestructuración que nunca llegó, más allá de los despidos.
Marcelo Cáceres, uno de los delegados de la firma, explicó: “Los nuevos dueños fueron cerrando líneas de producción sin ningún motivo, porque las ventas de estos productos se mantuvieron en el tiempo. Dijeron que era para reestructurar, pero lo primero que hicieron fue echar a 80 compañeros a los que ni siquiera les pagaron las indemnizaciones”.
La deuda con los trabajadores de la empresa va entre los 85 y los 100 mil pesos. La semana pasada la empresa hizo un pago casi simbólico de dos mil pesos a cada trabajador. Los más de 60 trabajadores que quedan esperan que esta vez los dueños cumplan con su promesa y efectivamente reactiven las líneas de producción.