Este jueves se llevará adelante el Congreso nacional de la CTA de los Trabajadores en el que, además del apoyo a Alberto Fernández como candidato presidencial del Frente de Todos, se votará el inicio de un proceso de reunificación con la Confederación General de los Trabajadores (CGT), a 28 años de la separación original de las corrientes gremiales por diferencias políticas en relación con el menemismo entonces en el poder.
El evento de la CTA referenciada en Hugo Yasky se llevará adelante en el microestadio de Lanús y contará con la presencia de numerosos candidatos del Frente de Todos para su conclusión, incluyendo al propio Alberto Fernández, además del candidato a gobernador bonaerense Axel Kicillof y su vice Verónica Magario, el diputado Máximo Kirchner, el camionero Hugo Moyano y la plana mayor de la CGT.
Yasky anticipó en declaraciones radiales que uno de los objetivos del Congreso es “incorporar la CTA a la CGT, ir hacia un mandato amplio para reunificar el movimiento sindical y el espacio de esa unificación tiene que ser la CGT, que era la central a la que pertenecíamos antes de ser CTA, a principio de los 90’s”. Luego añadió: “En 1992 hicimos el encuentro de Burzaco y se definió la necesidad de poder tener una voz para tomar distancia del pacto de silencio en el que habían caído muchos dirigentes sindicales”.
Mientras que el sector mayoritario de la CTA Autónoma, que responde al nuevo secretario General Ricardo Peidro considera “imposible” avanzar inmediatamente con un proceso de unificación, los que aún se referencian con Pablo Micheli participarán del Congreso de Lanús, dejando abiertas las posibilidades de acuerdo aunque mediatizando sus perspectivas de confluencia inmediata.
En este sentido, Micheli propuso elegir un nuevo triunvirato para que la central obrera no quede en manos de los “gordos” (en particular de Héctor Dáer). El gremialista explicó: “Desde la CTA Autónoma he sido uno de los impulsores de la unidad. Llevamos muchas acciones adelante con el Frente Sindical para el Modelo Nacional (la corriente que integran Camioneros, Smata y la Corriente Federal de Sergio Palazzo). Estamos de acuerdo con la unidad pero no con amontonar, no nos convence que Daer fuera el que quede bien parado y termine conduciendo este proceso de unificación”. Luego insistió: “Los Gordos le allanaron el camino a Macri en los últimos tiempos. Ahora porque están cerca de Alberto y Cristina dejaron de ser funcionales a Macri, pero nosotros no nos olvidamos. No era un trabajador que votó a Macri equivocadamente”.
La perspectiva de unificación del sindicalismo nacional también fue una demanda de Alberto Fernández, en el marco de su plan de “pacto social” con gremialistas y empresarios para conducir los destinos del país en los próximos años. El candidato del Frente de Todos ya ha sostenido varias reuniones con la mesa chica de la CGT y con otros sectores gremiales planteando como positiva la perspectiva de la unificación. Después de una de estas reuniones, Omar Plaini, referente del moyanismo, reconoció que “es el prólogo de la reunificación de la CGT con parte del secretariado, el FreSiMoNa, la Corriente Federal”. Y anticipó que “seguramente se sumarán otros sectores”. Para el dirigente de canillitas, “cuando el presidente asuma, va a necesitar la mirada y las propuestas del movimiento sindical. Es fundamental que asumamos la responsabilidad que tenemos”.
De todos modos, el proceso de reunificación no será automático y posiblemente exija numerosos reacomodamientos de poder tanto entre la vieja guardia cegetista de “gordos” e independientes para normalizar la dirección de la central obrera y confluir con el moyanismo y la Corriente Federal de Palazzo. Así se prepararía el camino para que se sumen gremios que hoy integran las CTAs (ya que orgánicamente no pueden adherir como confederaciones). Se espera que los primeros en dar el paso de regreso a la CGT sean gremios como Ctera o Foetra, mientras que en otros sindicatos el proceso sería mucho más lento, con una proyección de por lo menos un par de años.