Por primera en 12 años, trabajadores de General Motors en Estados Unidos llevan adelante una huelga como forma de presionar para obtener mejores condiciones al momento de discutir el nuevo convenio colectivo de trabajo. En la medida de fuerza participan 48 mil empleados.
El sindicato United Auto Workers, uno de los más poderosos del país centroamericano, señaló que «los responsables sindicales de todo el país se reunieron en la mañana del domingo tras la expiración el sábado por la noche del convenio colectivo de General Motors vigente desde 2015 y decidieron ponerse en huelga el domingo a medianoche».
Brian Rothenberg, representante de UAW, agregó sobre este tema que la compañía y el gremio mantienen diálogo pero no hay avances significativos ya que la empresa no cede a los principales reclamos de los empleados: aumentos de sueldo y una mejor cobertura sanitaria. El resultado de estas negociaciones será la base de negociones en Ford y Fiat Chrysler.
«Apenas acordamos el 2% de las disposiciones del nuevo contrato y resta aún entenderse sobre el 98%, dijo Rothenberg. Desde GM la visión es divergente ya que han dejado en claro que «presentamos una oferta sólida para mejorar los salarios y beneficios y aumentar los empleos estadounidenses en forma sustancial, negociamos en buena fe».
La compañía, además, calculó que el paro puede costarle decenas de millones de dólares por día pero esa suma podría aumentar si el conflicto se prolonga, algo que está dentro de las posibilidades.