Siempre quedará en su fueron íntimo la verdad respecto a cuál fue el motivo que llevó al Presidente Mauricio Macri a la celebración del milagro en la provincia de Salta. Según el mismo declaró “fue a rezar como un ciudadano más”, según otras interpretaciones fue a pedir “el milagro” de volverse a hacer de la presidencia por cuatro años más.
Cualquiera de las dos haya sido la razón, estaba bien convencido de ella, pues pese a las advertencias del cura párroco lugareño, quien le pidió “expresamente” y por carta que no fuera, se movilizó junto a su mujer, Juliana Awada, y el domingo presenció en primera fila una ceremonia tradicional que se celebra desde 1690 en la provincia norteña.
En un sorpresivo mensaje al final de la multitudinaria misa por la festividad del Señor y la Virgen del Milagro, el arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, le habló en directo al presidente, Mauricio Macri, que estaba al frente y le pidió: «Mauricio, has hablado de pobreza, llévate el rostro de los pobres, que son argentinos, dignos, respetuosos y merecen que nos pongamos de rodillas delante de ellos», frase que corrió como reguero de pólvora en las redes y en los medios locales y globales.
La decisión del presidente de ir a la celebración anual, ya había provocado un cruce en la Iglesia salteña, pues un sacerdote y académico, el padre Raúl Méndez, había dicho que «podría provocar una mala reacción» el algunos fieles y «empañar la fiesta», mientras que el propio Cargnello –enterado del interés del presidente de estar presente– lo había invitado a participar.
Más allá de la invitación en el mensaje le recriminó que “los pobres no son una molestia, son una oportunidad, los pobres son maestros” asestó monseñor y a la cara le dijo a Macri “has hablado de la pobreza, llévate el rostro de los pobres. Son dignos, son argentinos y son respetuosos y merecen que nos pongamos de rodilla delante de ellos”.
Así la Iglesia, concretamente vinculada a la asistencia social, hoy más que nunca, vuelve a reclamar la atención a los sectores más vulnerables y a pedir por la unidad y la paz social. Reclamo que viene haciendo el Papa Francisco, quien siempre marcó una “amplia” distancia con el gobierno de Mauricio Macri, que a punto de finalizar, no ha logrado convocar al Santo Pontífice a su tierra natal.