Sindicatos extranjeros piden por la reducción de la jornada laboral

No son pocos los sindicatos extranjeros que al momento de realizar reclamos piden por la reducción de la jornada laboral. Se vio España por ejemplo, en el conflicto que mantuvo uno de los principales gremios, el CGT, con la empresa que controla los ferrocarriles.

En dicha confrontación, que derivó en una huelga, los trabajadores piden dejar de trabajar 40 horas semanales para pasar a 37.5. Además, piden mayor personal para afrontar las tareas diarias. La empresa, Renfe, se niega a conceder el pedido y ya fue a la Justicia.

Caso similar se replicó en el país ibérico con el sindicato USO, que nuclea a empleados de comercio, en un conflicto contra Douglas, que obligó a sus operarios a trabajar un domingo. Por eso el colectivo sindical pidió que no se modifiquen las condiciones laborales. Vale destacar que en muchos países de Europa no hay una jornada única de trabajo sino que hay distintos acuerdos materializados en pactos colectivos que suscriben gremios y cámaras empresarias.

En este contexto, los trabajadores del principal sindicato metalúrgico alemán acordaron una jornada de 28 horas semanales. Suecia es vanguardia en ese sentido: dispuso de jornadas laborales de 30 horas y los resultados fueron óptimos: mejoró la productividad, la salud y la felicidad de los empleados.

En Chile el tema se está discutiendo. Actualmente, las jornadas laborales constan de 45 horas semanales pero un proyecto de ley busca que sean 40, algo que no es del agrado de las pymes, que ya advirtieron que pueden existir despedidos. La autora de la iniciativa, Camila Vallejo, explicó que “estamos muchas horas en el trabajo y no estamos produciendo más, entonces estudiamos qué beneficios tenía la reducción de la jornada laboral y vimos que aumenta la calidad de vida, la producción y la salud pública”.

Chile: Pymes contra el proyecto de ley que busca reducir la jornada laboral

Tras dos años en el Congreso, el proyecto avanzó porque a mediados de julio la presidenta de la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados y diputada de Convergencia Social, Gael Yeomans, lo elevó en tablas. Un panorama muy distinto al de Argentina, cuyos sindicatos se limitan, ante la actual crisis económica y con 10,1% de desempleo (casi 2 millones de personas), a evitar despidos, garantizar suspensiones con el cobro casi total del salario, pedido de apertura de paritarias y mejoras en las condiciones laborales.