Esto significa que junto con la Economía caen también las importaciones producto de la recesión y esto da un saldo positivo en la balanza comercial. Importaciones que en el cuatrimestre retrocedieron 28,9% y exportaciones que también disminuyeron 1,2% en el mismo período.
De allí que la caída de las importaciones haya dejado un superávit comercial de 1.131 millones en abril en la balanza comercial que registró ese saldo positivo en dólares, lo que implica una fuerte mejora frente al rojo de 887 millones del mismo período del año pasado.
El resultado se explica por el desplome de las importaciones de vehículos, máquinas y material eléctrico. También a causa de la caída de la inversión y del consumo en el mercado local. Las exportaciones crecieron medidas en cantidades, pero apenas alcanzaron a compensar la caída de los precios. En el primer cuatrimestre, el superávit de divisas comerciales fue de 3.147 millones de dólares, contra un déficit de 3.259 millones a esta altura del año pasado.
Esta luz verde del saldo comercial es uno de los pocos puntos positivos que pretende mostrar el gobierno de Macri en plena campaña electoral, pues implica la recuperación de una fuente genuina de divisas, en un contexto de fuerte presión en el sector externo a causa de la fuga de capitales y de los vencimientos de la deuda.
La contracara de esta sensible mejora que se da desde hace ya ocho meses es la crisis del consumo y de la inversión en la economía local, que se traduce en el aumento de la pobreza y del desempleo, medidos por los mismos organismos oficiales como el INDEC.
Este efecto predomina por sobre el encarecimiento de las importaciones y el abaratamiento de exportaciones por la devaluación del peso. La mejora comercial también se debe a la recuperación de la cosecha de soja frente al año pasado, cuando la sequía redujo la producción en un 30”.
Así en el mes de abril, las importaciones bajaron un 31,6%, la octava caída interanual consecutiva. Las compras de bienes de capital bajaron 42,3%; piezas y accesorios para bienes de capital, un 28,2%, y bienes de consumo tuvo una merma de 35%. Lo más destacada es la caída del ingreso de vehículos (-452 millones de dólares), repuestos para aparatos electrónicos y circuitos impresos (-126 millones), camiones y utilitarios (-52 millones), gas natural en estado gaseoso (-47 millones) y porotos de soja (-42 millones
Las exportaciones en abril estuvieron 1,7% arriba, a pesar de la caída del 7,7% en los precios, más que compensada por el alza del 10,3% en las cantidades enviadas. El valor de las exportaciones de productos primarios creció 18,8% a partir de la mejora en las ventas de maíz en grano (192 millones de dólares), trigo (73 millones) y porotos de soja (56 millones).
Como contraparte, las manufacturas de origen agropecuario registraron una merma del 5,6%, por la disminución de las ventas de aceite de soja en bruto y de harina y pellets de soja. En el caso de las exportaciones industriales se produjo una caída del 2,3% a raíz de la baja de los despachos de autos, camiones y carbonato de litio, mientras que subieron las ventas de biodiésel y aluminio.