El Gobierno busca por estas horas poner un tope a las paritarias, en medio de las propias dificultades que enfrenta para controlar la inflación, que no se estabiliza pese a anuncios de precios y ayudas del Fondo Monetario Internacional.
Después del último plan que, sin resultados, intentó lanzar el Gobierno para controlar la inflación, los «precios esenciales», los gremios que pujan por ajustes salariales en función del Indec. Una suerte de cláusula gatillo para evitar que los ingresos queden rezagados frente a los retoques de precios y los incesantes movimientos del dólar, como pasó el año pasado.
Así, por ejemplo, el sindicato de Empleados de Comercio insiste en aplicar un esquema de aumentos mensuales actualizados por el costo de vida, luego de señalar que “son sus propios empleados los que tuvieron que remarcar los precios” antes de poner en las góndolas los precios “esenciales”.
Son varios los dirigentes de gremios grandes que van detrás del modelo que acordó la gobernadora María Eugenia Vidal con los docentes de la Provincia y, por otra parte, en el reciente entendimiento alcanzado por el sector de la construcción.
Allí se estableció un 10% en compensación por el 2018 y un 5% desde mayo a cuenta de la inflación de entre abril y junio. En agosto habrá un nuevo aumento a cuenta, que se ajustará al final del tercer trimestre de acuerdo a la inflación oficial, y así se repetirá en el siguiente trimestre.
Los petroleros, también comienzan las negociaciones con las operadoras con la propuesta de saldar la diferencia del 14,8% registrada entre el aumento del 40% obtenido el año pasado y la inflación, del 54,8%.
«Una vez que tengamos resuelto lo del 2018, después hablaremos del futuro, pero siempre en línea con lo que tiene que ver con el Indec», afirmó el titular de los petroleros jerárquicos de Chubut, José Lludgar.
Las tensiones también llegarán a la paritaria de los camioneros. El secretario adjunto del gremio, Pablo Moyano, adelantó el martes pasado durante el paro general que en 15 días se sentará a discutir la renovación del convenio que vence en julio con la cámara del transporte de carga (Fadeeac). En su entorno señalan que van a pedir de 45 a 50% de aumento, con ajuste por inflación)
Desde el punto de vista del Gobierno, la generalización de paritarias regidas por cláusula gatillo en frecuencias cada vez más cortas, hasta llegar a los ajustes mensuales, atenta contra una máxima del FMI: reducir la fijación de precios y salarios «hacia atrás».
Esa es la batalla que se viene en los próximos días mientras se aguarda la nueva cifra de inflación del mes de abril y las consultoras privadas “van corriendo el arco” de la cifra interanual que ya está prevista en un 40%, mientras se inicia a cursar el quinto mes del año.