A partir de este lunes deberían estar disponibles en unos 2.500 puntos de venta a nivel nacional los 64 “productos esenciales” que quedarían con sus precios congelados por seis meses, en el marco del Programa Precios Cuidados. Lo llamativo es que algunos de ellos comenzaron a venderse con precios superiores a los de la misma marca en otros puntos de venta.
El programa iba a lanzarse el lunes pasado, inmediatamente después del anuncio, pero se demoró porque algunos productos se supone que continuaban “en fabricación”, un tema que en esta semana todavía no está del todo resuelto, evidenciándose faltantes en algunos de los componentes del listado. Se trata de productos distribuidos en 14 categorías: yerba, leche, harina de trigo y subproductos, aceite, puré de tomate, arroz, fideos, polenta, conservas, galletitas, mermeladas, infusiones y bebidas.
El Ministerio de Producción y Trabajo, cuyo titular Dante Sica fue el responsable del anuncio del programa, asegura que cuenta con un equipo de 350 fiscalizadores a nivel nacional para controlar que se cumpla el “acuerdo de caballeros” con presencia de los Productos Esenciales en las góndolas.
Si bien el plan de “Productos esenciales” se inserta en el Programa Precios Cuidados, que se supone debe actuar como un marco de precios de referencia más bajos para controlar la inflación, lo cierto es que muchos de los 64 productos seleccionados hoy se ofrecen con un precio más elevado que el de mercado.
Dejando de lado el caso del reemplazo del sachet de leche La Armonía, segunda marca de La Serenísima, por la tercera marca, La Martona, con un incremento de precio de 40%, según un estudio de Focus Market, en varios casos los precios de los Productos Esenciales son más caros que los del mismo producto en otra boca de expendio fuera del programa. Esto sucede con el caso del kilo de azúcar (10,8% más caro), la polenta de medio kilo (+11,5%), yerba mate de un kilo (+24%) o el puré de tomate por 520 gramos (10,8%).
Así, muchos de los productos esenciales arrancan con un precio superior al de mercado, con un remarcado preventivo que le permita ir adecuándose al esperable aumento de la inflación. Desde el punto de vista de los productores parece razonable, lo insólito es que el oficialismo lo haya presentado como una medida de “alivio” para la población.