La Justicia porteña resolvió que los remiseros de la ciudad de Buenos Aires queden agrupados dentro del Sindicato de Choferes Particulares, algo que desde el gremio consideran «clave» para ponerle fin a la informalidad de los trabajadores del sector.
La Sala 2 de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo ratificó así el fallo de primera instancia emitido por el juez Alberto Calandrino, titular del Juzgado de Trabajo 35, una decisión calificada como “histórica” por el sindicato que encabeza Andrea Aranda.
Al respecto señaló que “la importancia de la resolución tiene que ver con que el 90% de los trabajadores están precarizados y esto apunta justamente al blanqueo, a que los remiseros estén en relación de dependencia y tengan los derechos que de ello se deriva”, expreso
Luis Dangelo, referente del sindicato en cuestión habló de un «gran paso para avanzar en el blanqueo de los trabajadores”.
Este es un rubro donde existe una enorme problemática pues de acuerdo a un relevamiento realizado hace dos años más del 80% de las remiserias que funcionaban en la ciudad de Buenos Aires son ilegales, y lejos de estar mejor, parece haberse agravado, generando un grave problema que deriva en consecuencias tremendas para los usuarios pero también para los trabajadores, en condiciones extremadamente precarias y fuera de la ley.
La CAAR la Cámara Argentina de Agencias de Remises estaba solicitando urgentemente un mayor control por parte del gobierno de la Ciudad en beneficio de aquellos que sí están haciendo su trabajo en forma ordenada, con lo cual celebran que la actividad comience a tomar el camino de la legalidad y en beneficio del trabajo en blanco.