NO REHUYA A SU RESPONSABILIDAD
POR LA CRISIS QUE EL PAÍS ESTÁ ATRAVESANDO
Ud. le dice a los trabajadores y a los desocupados que tienen que gastar menos. Dice que todos tenemos que ceder. ¿Está hablando de dejar de defender nuestros derechos laborales? ¿Quiere que abandonemos las conquistas gremiales? ¿Ud. reconoce que el país está en emergencia, pero no asume los errores de su gestión para llegar a este escenario y sigue empeñado en hacer que los costos los paguen justamente quienes más han sido castigados por estas políticas de ajuste?
¿De qué más puede privarse un trabajador asalariado que viene perdiendo su poder adquisitivo de manera exponencial desde que inició su mandato de gobierno? ¿Qué cantidad de puestos de empleo supone que va a ser necesario aniquilar, para que su gobierno cumpla con las exigencias del poder financiero local e internacional?
¿Qué margen supone que le queda para reducir la calidad de vida de las mujeres y los hombres de trabajo que todos los días ponen su mayor esfuerzo para hacer posible “el país que soñamos”, como a Ud. le gusta decir? ¿Va Ud. a aceptar el pago de intereses de una deuda inaudita e incomprensible, tanto por su magnitud, como por su tiempo récord en el
que fue contraída por su “maravilloso equipo económico”, recurso que es utilizado principalmente para sostener negocios financieros?
¿Cuál es la receta que le recomienda a quienes están viviendo el deterioro de su salario, mientras la inflación los imposibilita de acceder o adquirir los productos básicos de la canasta familiar? Medicamentos, alimentos, transporte, servicios, tarifas, salud, educación. ¿Arriba de qué posibilidades dice Ud. que está viviendo el Pueblo Argentino? ¿Sabe que los índices de pobreza e indigencia están aumentando todos los días a pasos agigantados?
¿Cuánto cree que puede aguantar un plan que transfiere los recursos de los que menos tienen en beneficio de los sectores de mayor poder económico?
¿Qué nuevo sacrificio le está pidiendo a los que ya poco y nada tienen? Porque la ayuda social que está anunciando apenas si podrá alcanzarle a estos ciudadanos, compatriotas suyos también, Sr. Presidente, para pagar el fiado que le debe a algún comerciante de su barrio.
¿Hasta dónde supone que puede resistir un régimen de gobierno que nos propone vivir de prestado? ¿Cuál es el beneficio de la meta del déficit fiscal cero, a costa del hambre y el sufrimiento de la mayoría del pueblo de su país? Todo mientras, paralelamente, se beneficia el blanqueo indiscriminado de capitales acrecentados gracias a la evasión tributaria y se alimenta el sector financiero especulativo de las mesas de dinero.
¿Y qué sigue después de la reforma previsional que redujo los haberes de jubilados y pensionados? ¿Ud. cree que es factible continuar con la intención de aprobar una ley que flexibilice las relaciones laborales que rigen los Convenios Colectivos? ¿Reconoce al menos que ya no se puede mentir más con la teoría que el incremento de salarios genera inflación?
Hoy se ha reducido el poder adquisitivo y el aumento en los precios no tiene techo.
¿Qué lectura debemos hacer del descenso de categoría decidido para la cartera laboral, sacándole el rango de Ministerio para llevarla al funcionamiento como Secretaría? ¿Es que acaso las políticas de empleo no son centrales en su gobierno? ¿Se profundizará así la falta de homologación de acuerdos paritarios y de convenios colectivos de trabajo, y de emisión
de certificación de autoridades de los sindicatos?
¿Sabe cómo se vienen dilapidando las negociaciones paritarias que incluyen largas discusiones con las entidades empresarias, cuando después de alcanzar un acuerdo, todo queda destruido ante el desmanejo presupuestario que produce su gobierno?
Sr. Presidente no continúe avanzando sobre la destrucción de la Industria Nacional. Esta organización sindical apuesta al desarrollo de nuestra actividad. Por eso hemos acercado iniciativas con proyectos sustentables a empresarios y gobiernos provinciales, que permitirían una mejor utilización de nuestras posibilidades reales, planes frustrados por la incapacidad y la desidia histórica de gran parte de nuestra dirigencia política.
Sr. Mauricio Macri, no continúe arrastrando a la Argentina a una nueva crisis social, que siempre terminan pagando los sectores que menos tienen. Aún está a tiempo de convocar a un gran acuerdo nacional, del que formen parte, todos los actores sociales comprometidos con la realidad de nuestro país. El riesgo es llevarnos a repetir sucesos de
características extremadamente trágicas. En cuyo caso Ud., Sr. Presidente, deberá responder por las decisiones que ha tomado, ya que será recordado como el principal promotor de un nuevo fracaso en la historia de nuestra Patria.
Por todo lo expuesto, nuestra organización sindical se declara en Estado de Alerta y Movilización en defensa de los puestos de trabajo, el poder adquisitivo del salario y la plena vigencia de la actual legislación laboral y los convenios colectivos de trabajo.
Asimismo, entendemos que el paro nacional resuelto por la Confederación General del Trabajo debe mantenerse, ya que las razones que motivaron esa decisión siguen siendo válidas, sin perjuicio de lo cual debería gestarse un plan de lucha previo, que adelante medidas de acción directa, en virtud de los últimos anuncios del Gobierno nacional;
ya que si de perder se trata, nadie pierde más con esta realidad que los trabajadores.
