29 despidos, incluyendo a tres delegados de Atilra, en empresa láctea de Carlos Casares

Después de más de dos meses de conflicto, la empresa Lácteos Vidal, de la pequeña localidad de Moctezuma, en el partido de Carlos Casares, decidió despedir a 29 trabajadores que venían sosteniendo durante todo ese tiempo protestas a las puertas de la empresa por un reclamo de reencuadramiento gremial, incluyendo a tres delegados la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra).

El conflicto iniciado el 18 de julio finaliza así de la peor manera, con la cesantía de prácticamente la mitad de los trabajadores de la planta, según lo confirmó el propio director técnico y apoderado de Lácteos Vidal, Arturo Díaz.

El directivo remarcó que la situación “se estaba tornando demasiado larga e insostenible y, lamentablemente, uno quiere seguir trabajando y mantener los puestos de trabajo y tiene opciones muy limitadas”. “Después de todo este tiempo llegamos a tomar la decisión de notificar los despidos de los 26 trabajadores y 3 delegados”, explicó en declaraciones radiales.

Gestapo antisindical: ATILRA denuncia también persecución al gremio de los trabajadores lecheros

Díaz añadió que “la fábrica hoy está a mitad de máquina, una planta de parada y la otra funcionando al 50% de su capacidad. Es difícil, pero hoy contamos con 26 trabajadores que le pusieron el hombro, que nunca dejaron de presentarse al trabajo y por esos trabajadores estamos luchando hoy, por sus familias y queriendo que la fábrica comience a trabajar en su plenitud, con trabajadores nuevos que se vayan tomando y capacitando”.

En sus orígenes, el planteo fue de 6 trabajadores que reclamaron dejar de estar representados gremialmente por Atilra, a lo que luego sumaron un planteo sobre el encuadre de otros 14 empleados. Así, la disputa fue extendiéndose en el tiempo hasta incluir sucesivas protestas en el ingreso a la planta de Moctezuma, principal fuente de trabajo de la localidad de menos de 500 habitantes. Aunque Lácteos Vidal denunció «bloqueos», el gremio desmintió esa modalidad, afirmando que el reclamo siempre fue pacífico y público.

Los manifestantes, que reivindicaban la pertenencia al gremio lechero como su representación “natural”, denunciaron que la empresa no sólo venía atacándolos de palabra, calificándolos de “mafiosos”, sino tambien que «los violentos antecedentes por parte de la empresa Lácteos Vidal están fehacientemente constatados» en tanto «hubo uso y exhibición de armas de fuego para amedrentar compañeros por parte de uno de los dueños; la embestida con un camión de reparto conducido por otra de las dueñas dañó el portón de entrada y provocó la caída violenta de compañeros presentes; el despido de un delegado en violación a la ley, hoy reinstalado por decisión de la justicia, la forma sistemática de cambiar bajo algún pretexto acuerdo del convenio, cuando la ley no deja librada tales cuestiones a la voluntad de las partes, son muchas de las arbitrariedades a que nos somete la patronal».