Según el ya tradicional informe sobre Expectativa Neta de Empleo (ENE), elaborado por la consultora Manpower, las perspectivas de contratación en el primer trimestre del próximo año reflejan una caída de 6% respecto del trimestre anterior y de 12% en términos interanuales. Apenas 8% de los empleadores planea incrementar sus plantillas. Se trata del peor dato no sólo del gobierno de Mauricio Macri sino de que comenzó a realizarse el estudio, hace 12 años.
La cifra es aún peor que en medio de la crisis financiera de 2009, cuando las perspectivas de contratación sufrieron un fuerte impacto en nuestro país y en el mundo entero, después de la onda expansiva de la explosión de la burbuja inmobiliaria.
Fernando Podestá, director nacional de Operaciones de Manpower, explicó en diálogo con Ámbito Financiero que se trata del número más bajo que registraron en la historia del estudio, lo que “consolida la baja que tuvimos durante todo 2018”. Y detalló: “Los empleadores argentinos informan planes de contratación laboral pesimistas para el primer trimestre de 2019. Un 8% de los empleadores prevé aumentar su dotación, un 11% anticipa una merma y un 77% no anticipa cambios en su plantilla, lo que arroja una ENE de -3%. Al ajustar los datos para tener en cuenta la variación estacional, la Expectativa de Empleo se ubica en -4%. Las perspectivas de contratación son las más débiles que se hayan informado desde que se inició la Encuesta hace 12 años, con una baja de 6 puntos porcentuales en comparación con el trimestre anterior y 12 puntos porcentuales en comparación con la cifra de hace un año”.
Lógicamente, los peores datos se registran para las PyMEs micro (menos de 10 trabajadores) y pequeñas (entre 10 y 49), que registran expectativas de empleo de -7 y -4 respectivamente. Las medianas (entre 50 y 249) tienen un ENE de 0 y las grandes (250 o más) de -1.
Podestá analizó también las posibilidades de recuperación del empleo en este escenario: “Como esto es expectativa, hay que ver luego cómo se traduce en la realidad, aunque lamentablemente esto viene ocurriendo. Y hay que pensar que las empresas, por la baja del consumo, están sobrestockeadas y demandan menos personal. Más allá de que se dice que la economía empezaría a repuntar a partir del segundo trimestre, las empresas no se están comprometiendo. Podría llegar a ser un piso en la medida en que nunca hubo un registro tan bajo, y porque el año que viene hay elecciones y el Gobierno debería traccionar para que la economía se mueva un poco más”.
La decisión oficial de frenar la obra pública, lo que ralentizó todo el sector construcción, impactó fuertemente en el empleo, mientras que la devaluación también golpeó fuertemente. Actualmente el nivel de contratación es muy bajo en sectores como Transporte y Servicios Públicos, Manufacturas, en Comercio Mayorista y Minorista, Administración Pública y Educación, Servicios, y en Minería. En Finanzas, Seguros y Bienes Raíces se mantiene estable (reflejando cuáles son las únicas áreas de la economía argentina que tienen aún algún dinamismo) y sectores como Agricultura y Pesca han registrado muy leves ascensos.
En cuanto a las perspectivas por regiones, en cuatro de las seis en que divide el país el estudio se esperan reducciones de personal. La ENE más débil es a del Noroeste argentino con -9, seguida por el Noreste con -7, la región pampeana con -5 y el Área Metropolitana de Buenos Aires con -4. En Cuyo esperan una mejoría de +1 y en la Patagonia de +5.
A nivel internacional, nuestro país es el único entre los 40 evaluados que presenta datos negativos en cuanto a la perspectiva de empleo. Encabeza la lista Japón con +27, seguido por Taiwán con +21 y EE.UU. con +20%. En América latina, encabeza México (+14%) y luego siguen Colombia y Guatemala (+10%), Brasil (+8%) y Perú (+7%).
